Más estadísticas.

Aunque el post anterior haya quedado un poco corto, eso tiene solución, ahora sigo con otro rollazo.

Bueno, pues ahora quiero hablar de los documentales de la 2. Estadísticamente, no tengo cifras que mostrar, pero TODOS acaban diciendo que los documentales de la 2 son tremendos, y no sólo por los animalitos y bichejos del África Tropical. En realidad, son muy buenos, en serio (joer, ahora no me vais a creer), sobretodo, los de La noche temática y Documentos TV. No los sigo a temporadas, otras temporadas no me pierdo ni uno de ellos, pero hubo uno en el que me tronché de la risa. Hablaba de la diferencia entre los hombres y las mujeres desde su más tierna infancia.

En el documental ponían a unos niños detrás de una especie de muro hecho con algo transparente, pero rígido. Los niños podían ver a su madre al otro lado, y querían ir con ella. Pero estaba el muro. Los infantes, dependiendo del sexo, se comportaban de una manera u otra. Los niños (masculino plural) se liaban a golpes y a empujones para derribar el muro. Era una forma de demostrar que los mashos consiguen las cosas usando la fuerza bruta. En cambio, las niñas, mucho más tiernas, al ver la imposibilidad de alcanzar a su madre, lloraban esperando a ser rescatadas por su progenitora. Qué tien-no...

Luego, otro estudio en el que querían ver el sentido de culpabilidad de los niños. A todos ellos, por separado, una mujer les daba un muñeco con un brazo desprendido, que los niños no llegaban a descubrir hasta que cogían el muñeco de forma diferente a la mujer (que sabía cómo coger el muñeco, qué lista ella), por lo que el brazo caía. Las niñas, por eso del instinto maternal y todo eso, se preocupaban, en una especie de sentimiento de culpabilidad, en poner el bracito al muñeco. Como ninguna sabía (joer, eran niños de tres a cinco años), pedían ayuda a la mujer para que las ayudara. La carita se les cambiaba cuando el muñeco aparecía por fin entero. En cambo, con los niños fue completamente diferente...

AL caerse el brazo, todos los niños lo primero que hicieron fue echarse a reir y mirar a la mujer, para luego volver a mirar el muñeco y jartarse a de reir. La mujer les preguntó a todos ¿No lo quieres arreglar?, y la respuesta fue similar: No. La mujer (a todo esto, los niños tronchaos), insistía: ¿Porqué no lo quieres arreglar? Y los niños contestaban: ¿Para qué?... Pasemos un tupido velo.

Luego, estudiaban el comportamiento de los adultos ante un niño que lloraba. Para el estudio, pusieron una cámara oculta en la calle y pusieron a una niña de unos diez años, rubia, guapa, en un portal y le dijeron que llorara. La niña estuvo haciendo como que lloraba durante un buen rato. Todos los adultos pasaban por su lado, la miraban, pero ninguno le dijo nada, sólo una mujer le preguntaba si le pasaba algo. Y los del estudio fueron más allá. Le pusieron unas esposas en una mano, y la engancharon a una verja. La niña seguía haciendo como lloraba, y sólo una mujer fue la que pidió ayuda para hacer algo por la pobre niña, pero los demás (incluyendo a TODOS los hombres, no hicieron nada).

Así que siguendo esa regla de tres, si me veo encadenada con unas esposas en un verja, tengo que ser rubia para que alguien se preocupe por mí. Que si me dan un muñeco y ya se le cae el brazo enseguida, es que es una mierda de regalo,y una ya es mayorcita. Y que yo no tengo que llorar ni liarme a patadas para que venga mi madre, porque viene sola, y que acaba de preguntarme a cuántos chicos he pervertido ya por internet.

Eso, querida mamá, sólo lo saben ellos. Yo ya he perdido la cuenta XDDDDDDD