15.1.19

Nota mental

Quitarle la pegatina a la cámara del portátil cuando la vaya a usar.

Mejor me lo tatúo, que siempre se me olvida y pasa lo que pasa.

13.1.19

Que nunca duela

Llevaba mucho tiempo queriendo más de lo que me querían. 

Era una costumbre insana y natural en mí, esclava de mis sentimientos y de otras personas que disfrutaron haciendo daño. Sin saber por qué, siempre estaba en el banquillo esperando mi oportunidad, creyendo que algún día me tocaría ser la afortunada, deseando saber qué era lo que se sentía cuando te elegían. A veces creí saberlo, y la felicidad fue absoluta. Pero no, no lo supe jamás porque nadie me quiso realmente. Nadie quiso afrontar el dolor que causaba, nadie quiso dar la cara sabiendo el daño que hacía y nadie, absolutamente nadie, se paró a pensar en lo que podía estar sufriendo yo. Y algunas veces, unas pocas, me las ví canutas.

Ese reconocimiento que yo esperaba de ciertas personas, ese cariño que yo buscaba, tenía que venir de familia, amigos o relaciones, pero tengo que reconocer que mi insatisfacción fue más grande que lo que me daban. No es que yo siempre quisiera más, es que no me daban lo que yo merecía. No era jamás igualitario, ni justo, ni real. Jugaban a fingir, a aparentar, sólo para que yo no me enfadara y perdieran eso que tuvieran conmigo. Lo que fuera. Y por ello fueron capaces de engañar, mentir, actuar y decir tantas mentiras en privado o en público que me sorprende el descaro con el que hablaban delante de mí, o a mí.

Y nunca era constante, de repente me encontraba con un silencio, un desprecio, un cambio de humor sin venir a cuento que pagaban conmigo, por una mala tarde, una discusión con otra persona, o simplemente por placer. Sabían que yo siempre estaba ahí. Si os digo la verdad, no sé realmente qué esperaba, si ya había detectado que no era yo lo que causaba su malhumor y sí con quien pagaban el pato. Supongo que era el hábito de estar ahí, de querer algo de reconocimiento, no sé. 

Tardé, pero me di cuenta.

Espero que te des cuenta ahora de que, lo que me pasaba a mí, te está pasando a ti ahora.

Dará igual lo que hagas, lo que digas. Siempre serás la última a la que recurran para las buenas cosas, y la primera para las malas. Nunca esperes reconocimiento por estar siempre ahí porque los aplausos siempre los tendrá otra persona que no serás jamás tú, como te han demostrado todo este tiempo. Tú aguantarás malos humores, tristezas, malos días y en cuanto brille de nuevo el sol volverán a dejarte sola. Rellenas vacíos, rellenas huecos. Y no vales para rellenar huecos de nadie, eres demasiado importante y no te mereces ni hacerles sombra.

El amor no duele. Si duele, no es amor. Ni amor, ni amistad, ni cariño ni nada. 

Que nunca duela.


9.1.19

Una bolsa de pipas.

Hay que ver qué barata se vende alguna gente. Por estatus, soledad o por a saber qué motivo es capaz de tragar con muchas cosas que antes juraba y perjuraba que no iba a hacer/tragar y habedlos aquí en posición dispuestos a aceptar gustosos como una ducha todo cuanto antes rechazaban de manera insistente, repetitiva y bajo palabra.

Pero lo niegan cuando se lo recuerdas. ¿Yo he dicho eso? ¡Qué va! Porque es preferible hacer que el otro quede como mentiroso a quedar tú. Y aunque haya quedado por escrito en un mensaje de whatsapp, en gtalk o skype, se seguirá negando la evidencia que los testigos presenciamos y ahora vemos sus cambios.

Y os aseguro que hay que tener una personalidad muy pequeña o un miedo muy grande a la soledad para hacer ciertas cosas de las que los demás mortales huimos como si fuese un incendio, pero sabemos que hay gente que tiene un precio, a veces hasta se lo baja, no sea que al regatear el otro se enfade.

Y los demás comiendo pipas contemplando el espectáculo que da más vergüenza ajena que otra cosa por la que no tenemos intención de mover un dedo porque hablo de gente adulta con suficiente edad para no tenerles que decir que está mal lo que hacen o que miren lo que les está pasando por hacer de tragasables. Pero no, que nosotros no tenemos que meternos.

Así que nada. Que el espectáculo tiene que continuar. Y sigamos comiendo pipas, que el público está más que entretenido.

6.1.19

Año nuevo.

Inauguro este año con algo que puedo escuchar en bucle.

I´m back.