4.8.20

El reflejo

A lo largo de los años en los que he escrito en este nuestro blog he escrito muchas cosas personales, pero he escrito aún más cosas completamente tergiversadas para que nadie conocido, si leyera lo que escribo, pudiera reconocer hechos, personas, lugares o sucesos. Camuflo en ciertos posts, creo que de forma bastante efectiva, lo que hace la gente para que jamás nadie se pudiera ver reflejado en mis historias en el caso de que diera con este pequeño universo paralelo.

Basado en hechos reales, pero contado de otra manera, vamos.

Bueno, pues por lo que sea, hay gente que está completamente convencida de que hago las cosas exclusiva y únicamente por ellas. Ya sea para molestarlas o para observarlas, creen que el propósito de mi vida es estar pendiente de ellas. Supongo que, no sé, quieren creer que tienen público, acosadores o fans, por lo que están seguros de que si escribo algo, hago, digo, voy o callo, lo hago por ellos. Con dos cojones.

Es fascinante las ganas de existir que tienen algunas personas. Que me dan igual, todo sea dicho. No tengo ningún interés siquiera en que me dirijan la palabra, ni que me miren. Llevo muchos años sin ellas, llevo una vida bastante placentera sin ellas, tengo muchos planes para el futuro y estas personas no están. No existen. Pero nada, que tienen ganas de estar ahí, dando por el culo, incordiando, molestando, indagando y creyendo que me levanto todos los días por las mañanas pensando en qué hacer para cabrearles, imitarles o hacerme ver. Que no tengo ningún interés en sus personas, oigan. Pues nada. Que quieren seguir a diferentes distancias, unas veces los tengo a tiro de piedra y otras noto cómo casi me están oliendo el pelo. Y lo gracioso es que soy yo la que acosa. La que imita. La que va donde ellos están. La que un día les va a mandar al peo.

PERO A VER. Si se sienten tan solos y quieren mi compañía... ¿no se dan cuenta de que yo no quiero? Que se busquen un amigo, adopten un perro, que se apunten a clases de natación, no sé. Seguro que conocerán a alguien, pero vivir pensando que yo estoy tan pendiente de ellos es... como muy narcisista. No: es que es narcisista. Egocentrismo puro.

Ay, no sé qué me ven los psicópatas para atraerlos. Porque vaya imán que tengo con esta gente. No sé qué les doy. Y, cuando por fin se van, vuelven. Argh.

Esto que he escrito no lo he tergiversado. Es real. No creo que lean blogs y, si los leen, no creo que lean el mío. Pero creo que he camuflado todo muy bien para que no se sientan reconocidos. Y, si se ven reflejados, entonces es que han visto su reflejo.