Me han gafado.

Qué triste, por diosssssssssssssss... Este año no levanto cabeza, que lo digo yo. Que nada, que este año no es mi año, algo así como el ciclo del Niño y de la Niña. Bueno, pues la bendita infancia me ha dejado sequías extremas en alguna parte (dinero, trabajo...) y en otros, multitudes y abundancias (problemas, decepciones...) Es que... joer.

Resulta que no hace mucho un amigo me sugirió mi ayuda para el diseño de páginas web, cuando yo no sabía ni lo que era el css. Dijo que yo tenía imaginación y buen gusto (pa los hombres, no te fastidi...) Bueno, el caso es que al poco tiempo casi se ríe de mí al decirme que todo se trataba de una coña. Ah, pues vale. ¿Le tenía que dar las gracias entonces? No me gusta que la gente se ría de mí, pero eso de ponerme a prueba, o como que a ver cómo reaccionas, me sentó muy mal. Muy muy mal. Yo no voy poniendo a prueba a nadie, por lo que eso me tocó no sólo las narices, sino también la moral. Un amigo, si de verdad lo es, no te dice algo para un "por si acaso".

Luego, el que cuyo nombre no me quiero acordar, era como un concurso: prueba tras prueba, prueba superada o prueba de resistencia, a cambio de un premio. A mí, qué queréis que os diga. Mi paciencia tiene un límite y el horno ya no estaba para bollos. Si hubiera querido batir el récord de la resistencia, me hubiera apuntado a una maratón. Pero el corazón, que es un órgano muy curiosico, ya me estaba fallando. Desde taquicardias hasta pinchazos. Ansiedad, parece ser. Nerviosismo, tristeza, llanto... Vamos, que estaba hecha una mierda. Lo sigo estando, pero el corazón ya no me está dando sustos. Y cuando alguien te quiere, no te pone a prueba ni te intenta dominar...

Esto debería haberlo escrito al principio del post. Resulta que un conocido me ofreció un puesto de trabajo de lo mío en donde él trabaja. Hasta me consultó todo lo que se necesitaría en el puesto de trabajo. Sólo serían unos meses, pero la empresa está cerca de donde vivo. Vale. Acabo de enterarme de que ese puesto de trabajo se lo han dado a otra persona, que no sé quién es, pero me importa muy poco. Este conocido me ha fallado también. Si no me iba a dar el puesto de trabajo, a qué santo me lo ofrece. A ver ahora cómo narices le tengo que hablar cuando me lo encuentre...

Llevo un mes sin llorar. Me da igual reconocer cuándo lloro o cuando no. Pero llevaba un mes sin llorar. Ahora siento que gente, en la que he confiado, me han manipulado y utilizado, para después dejarme de lado. Yo creo que no me merezco esto.

...Se me ha enfriado el café. ¿Hay algo más que me pueda pasar hoy?