30.3.07

El muñequito

Hace ya tiempo, aparecía por la tele un anuncio de coches, en el que lo que realmente se publicitaba era el coche en sí, la casa de coches... Pero por aquí mucha gente no pilló el mensaje, porque hubo un despiporre padre al ser el muñequito que salía en el anuncio el objeto de deseo por parte de los televidentes.



Muchas veces, esas campañas de márketing van tan bien dirigidas, que los millones de fieles y adeptos al mundo publicitario se quedan con lo más nimio, obviando lo más evidente de esos pocos segundos en tv. Nada que ver con el precio o con el tamaño (bueno, el tamaño sí que importa), pero tras acribillar a la gente con lo mismo, cada hora, en cada sitio, en cada cadena, en cada periódico, llega un momento en el que te encuentras con el muñequito colgando del parabrisas de tu deportivo plateado con marchas automáticas y alerones traseros con lucecitas (hortera que es una), y piensas:
-¿Tú estás tonta?
Y acabas arrancando el muñequito y mandarlo a tomar por saco, dándote de cabezazos en tu volante de titanio forrado en piel, pensando en la vergüenza que sentirás al pensar que todos te habrán visto con el muñequito de las narices, que compraste en plena vena consumista en un todo a cien (toachién, en chino), en vez de haberte comprado el coche, motivo por el cual se hizo el anuncio.

Pero todo el mundo alabará el anuncio, y dirá que ha sido innovador, que ha sido ameno, y que jamás nadie hizo nada igual. Y que le darán mil premios, y le dirigirán todos los elogios del mundo por su nuevo estilo en márketing. Aprended, rufianes, dirán, al tiempo que el dueño de la marca de coches, que también lo será de la fábrica del muñequito, se forrará por ambas partes y saldrá pagado de sí mismo y satisfecho por su éxito. Se habla de su anuncio, del muñeco más bien, pero de su anuncio al fin y al cabo.

...Y digo yo... Que para ser la primera vez que un presidente de gobierno contesta a 100 españoles (se dejó 59, eso no lo dicen), días después se llega a seguir con lo que vale un café. ¿Es eso lo único que merece ser recordado de su aparición televisiva?

A este talentoso le está saliendo la jugada redonda: casi todo el mundo se queda pillado con el muñequito, no con el coche. Algunos, incluso con la chica del anuncio. Yo me quedo con el protagonista masculino: se cree que mola y todo.

Márketing, todo es márketing.

Y lo de mi deportivo, es mentira. Sólo era un supuesto...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me acordaba del muñequito, pero no de la marca del coche...
Sabes? Mi profe de marketing decía que si no recordabas el producto que se publicitaba en el anuncio, es que no era un buen anuncio.
Supongo que también dependrá de la memoria del telespectador, y en este caso la mía no es muy buena.
Tendré que comer cues de pansa!
Buen Weekend Eufra!