11.10.16

Los hombres que no quieren a las mujeres

Son innumerables las parejas idílicas que  son objeto de admiración por parte de los demás. Tanto él como ella parecen perfectos, forman una unión tan sólida y tan firme que no parece que nada ni nadie pueda romperla. Ella es objeto de envidia sana por parte de las demás debido a que es agasajada por su churri con regalos, detalles, muestras de amor incondicional y público...

...hasta que el amor desaparece por parte de ellos. Por el motivo que sea.

Y hoy voy a hablar de esos hombres que no es que no quieren a estas mujeres, sino que creo que jamás las quisieron. Salvo para aparentar, utilizarlas o no estar solos.

Ya comenté hace unos posts el caso de un mierda (porque otro nombre no podría darle) que abandonó a su chica cuando es diagnosticada de cáncer, alegando que es que no sabía cómo iba a afrontar la enfermedad y necesitaba tiempo. Este ser despreciable e impresentable dejó de aparecer en la vida de la muchacha. Y mejor, porque demostró no tener sangre, ni corazón, ni empatía.

Luego están los que no sólo engañan o dejan, sino que encima que ellas tienen que aguantar insultos, calumnias y numeritos en público. Pero, ¿no fueron ellos los que dieron la relación por terminada?  ¿No fueron ellos los que las abandonaron? Pues no tienen bastante, porque parece que hay que machacar a la otra persona. Plan el perro del hortelano, no la quiero, pero nadie la va a querer tampoco, y ellos creen que se encargan de que así sea.

Pero ¿qué hacemos con los que no sólo demuestran que no las quieren, sino que no se van y se dedican a hacerles la vida imposible hasta machacarlas?

Tengo una vieja compañera de clase que me contaba resignada cómo su matrimonio se fue al garete de repente. Su marido, atento, amabilísimo y solícito, se convirtió en un ogro que no dudaba en desprestigiarla e insultarla públicamente, en poner a sus hijos en su contra, en romper la casa que tenían que compartir debido a la custodia de los niños, sino que, además, dejó de pagar la hipoteca para que fuera ella la que lo tuviera que hacer. Y ella, ante la imposibilidad de hacer frente a toda la hipoteca, veía cómo el banco buitreaba sobre su piso. Y me confirmó llorando que le iban a embargar la vivienda. Yo pregunté por qué no hablaba con el banco para una dación en pago, y ella contestó que él le había dicho que no firmaba, que quería que se jodiera, y que así iba a estar pillada de por vida. Me quedé helada. Y es que encima  se lo decía alguien que iba a estar también pillado de por vida, pero que prefería eso con tal de verla a ella metida en tal marrón. Y verla sufrir. Y no le importaban ni sus hijos. Hasta el banco intervino para que él cediera, pero ni por ésas.

Yo no sé cómo hay gente así, de verdad. Esta gente no quiere a nadie, no pueden ser más falsos antes y más malvados después.

Porque hay gente que parece que disfruta ensañándose con su ex-pareja. ¿No habías dicho que ya no la querías? Pues coño, déjala vivir tranquila.

 Vaya gentuza.

A mí tampoco me quieren, pero no me quieren de esa manera. Y casi puedo decir aliviada que menos mal.





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