27.2.19

Ganando.

Qué ganas de complicarse la vida tienen algunos. Qué ganas de fastidiar, de meterse con otras personas que, o bastante tienen encima con lo que viven, o con gente que está de lo más tranquila.

Qué ganas de hacerle faenas a alguien, que ganas de fastidiar, de malmeter, de complicarle la vida a los demás, sólo por el placer de ver el efecto que causan o, seguramente, por la envidia que les despierta esa persona al poseer algo que ellos jamás podrían conseguir. Y nada mejor que destruir, o intentarlo, autoestimas y tranquilidades que no son suyas.

Qué ganas de crear cosas malas, rumores, problemas, malos rollos, con lo bonito que es saber hacer cosas buenas. Pero no saben, por eso actúan de esa manera, por eso lo hacen por detrás, porque a la cara no se atreven. Los valientes no actúan así.

Qué ganas de aislar a alguien para machacarlo, qué ganas de intentar desprestigiar, forzarle a hacer algo que no quiere o pagarlo con él cuando no le afecta ni es causa de problema. Qué ganas de demostrar lo mala persona que puede llegar a ser.

Ya lo has demostrado, lo habéis demostrado, y no habéis visto resultados. El mundo sigue girando y vosotros no sois el centro de nada, de nadie, porque no sois nadie, por mucho que hayáis, has, intentado eliminar a quien hace sombra. Os cobijáis en gente igual que vosotros para daros la razón, justificar vuestros actos despreciables y queréis no pensar que habéis sido descubiertos y que hay quien sabe la gentuza que sois.

Eso habéis ganado: nada.

Ahora ya sabemos de qué material estáis hechos. De mierda.

No hay comentarios: