11.6.18

Esplendor en la barba.

Tengo una amiga que me dice que sólo me fijaba en dos clases de hombres: en los gays y en los sinvergüenzas. Y la cabrona se chotea de mí de lo lindo, porque no fallaba.Yo, no ella. Bueno, yo sí que fallaba. que ya me entendéis.

Tengo un don para los gays. Y para los sinvergüenzas. Y tengo un ojo... ah, qué ojo tengo. Que no voy a contar las veces que no me he equivocado, pero ah, QUÉ OJO TENGO. Madre mía, eso tendría que ser un don, que me sirviera para ponerlo en el linkedin, en el currículum, que puntuara en oposiciones. QUE SIRVIERA PARA ALGO. Pero no, no sirve. Pero eso de que los hombres a veces se pasen de metrosexuales da para mucho despiste.

Os voy a hablar de Braulio. En realidad se llama Andreu, pero mejor le llamo Braulio y así nadie lo reconocerá si un día da con este nuestro blog. 

Braulio es una preciosidad de hombre hecha hombretón. Y qué hombre. Moreno, con una barba canosa e interesante que te destroza la cara, muy arregladita (y sospechosa). Va siempre muy bien vestido. Polos elegantes, camisas elegantes, vaqueros perfectos y que le sientan divinamente tanto por delante como por detrás, y lleva los zapatos más limpios que he visto yo jamás. Tanto si los lleva de piel como si son de lona y cordones, siempre los lleva impolutos, brillantes, perfectos. Y yo, que si no me piso un pie me estoy pisando el otro, me fijo en que yo, en cuanto salgo de casa, se me va el brillo del zapato, o toda la mugre de la calle se me deposita en mis bambas al asomar mi pie por la acera al salir.

Me fijo en sus manos. Si os digo la verdad, una cosa que me da cierto repelús son las manos pequeñas, no sé por qué. Si mido uno de mis palmos, son 23 cms, y que un hombre tenga las manos más pequeñas que yo, no sé, me da cosa. Bueno, pues él tiene las manos pequeñas. Y no me gusta. Pero tiene las uñas mejor que yo, el jodío. Mis padrastros y mis uñas rotas son históricas, y aquí el amigo está para salir en anuncios de cremas de manos.

Veo sus gafas. Hipermetropía, la justa para que los cristales no le haga los ojos demasiado grandes (la miopía los hace pequeños). Un modelo bonito, de pasta oscura, le hace interesante. cristales más que limpios, limpérrimos. No como yo, que por muy limpias que lleve las gafas necesito algún producto desincrustante porque no sé cómo me las apaño (o lo mismo son mis pestañas, que son muy largas) para tener las gafas que parece que estoy en pleno Londres y no veo un pijo porque me las tengo que limpiar cada hora. Si no, no veo.

Y se me arrugan las camisas, las camisetas, y hasta las bragas. Y ahí está el maromo, más bonito que un San Luís de plata, luciendo sus perfecciones, su estilo. Ya no es que te acerques y huela a limpio, es que es una persona que nada más verla ya sabes que es tan limpio que no meará ni cagará, ni se sonará los mocos siquiera, porque no tiene, de lo limpio que se le ve.

Pues Braulio resulta que es una belleza de hombre. Y tiene millones de amigas. Y es un encanto, y es perfecto, y es encantador, y es educado, y es guapérrimo, y es la exquisitez hecha hombre.

Y me dijeron: creo que es gay.

Y cuando lo vi pensé: coño, este tiene que ser gay. 

Pues Braulio no es gay, es metrosexual. Muy metrosexual. Más que echarse cremas, creo que se hace bocadillos con ellas.

Pero me tiene que explicar el jodío cómo puede ir por la vida con esa impolutez absoluta, con esa aureola de limpieza, que ya sólo con mirarle sabes que tiene que estar desinfectado por dentro, que tiene que tener limpia hasta la suela de los zapatos. 

Y lleva el pelo bien peinadito, que no se le mueve ni una greña, y yo, a los cinco minutos de peinarme parezco la Repu, el personaje de José Mota. Que hasta recién levantado tiene el pelo perfecto. PER FEC TO.

Es que ni se le arruga la ropa.

Me imagino que va caminando y, por donde pasa, las cosas se limpian solas y va dejando el camino limpio allí por donde sus pies han posado.

Cuando le digo estas cosas me dice que soy una exagerada.

Igual que cuando damos con alguien que nos da mal rollo, pues he dado con alguien que da sensación de limpieza, pero es que se ve lo limpio que es.

¿Os he dicho que es muy guapo? Muy muy guapo. Es prácticamente perfecto en su estilo. Pues aún es más limpio que guapo.

Así que imaginad qué sensación da.

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