28.8.17

Dar es un verbo.

En estos meses de lecturas varias he encontrado autores que antes ni de coña hubiera hojeado. Ni siquiera me hubiera parado a ver cómo se llamaban.

Autores que tratan sobre la personalidad, la autoayuda, el crecimiento personal... De todos ellos he aprendido mucho, y otras me han hecho levantar la ceja de puro escepticismo. Pero en general, me han hecho aprender cosas, muchas, y muy buenas. Ya he dicho mil veces que me gusta aprender.

Una de las cosas que he aprendido es que la resistencia es sufrimiento. Para qué te resistes a creer algo que te está sucediendo, ¿acaso piensas que por negarlo va cambiar y va a suceder como deseas? Pues no, bonita. Así que lección una, aprobada.

Otra de las cosas que he aprendido es la de fluir, la de adapatarme a los cambios, a las adversidades. Hay que combinarlo con la lección 1. No hay que resistirse. Es normal sufrir ante ciertas cosas, pero a veces las cosas vienen como vienen. El agua sigue su camino, igual que la vida, dejando atrás cada obstáculo, y se adapta a lo que venga. 

Hace tiempo os diría que me han secuestrado el blog, que esa que escribe no soy yo. Pero sí lo soy. La mismita. La incrédula. C´est moi.

La siguiente cosa que he aprendido es que la gente es como es. Me explico. Si alguien me gusta, me cae bien, acepto cómo es. Nada de ir corrigiendo cómo habla, como se comporta...  Y eso me ha abierto otro poco los ojos porque he visto cómo me ha tratado cierta gente. Por ejemplo: salir con alguien y elegirle la ropa me parece horrible, porque me parecería que ese hombre sale con su madre. O que si quieres que esa persona adelgace 100 kilos y ella no quiere, no tienes que estar machacándola para que lo haga sólo porque quieres tú. Querer que la otra persona cambie o que haga lo que quiere una significa que no le gusta cómo es. Y me he dado cuenta de la cantidad de gente que a la tonta intenta que los demás cambien a como ellos quieren. O cómo han querido que cambiara yo. No era lo suficientemente delgada, inteligente, o no tenía el suficiente status porque para ciertas personas siempre había en mí algo que mejorar.

Una de las cosas que más me han impactado, además de los depredadores emocionales (ya puse el vídeo hace unos meses), ha sido el tema de la gente que se aprovecha de ti. Esa clase de gente busca lo que quiere, lo que no tiene, y tú sí. Y cuando encuentra a alguien que le interesa más te abandona de malas maneras, llevándose con ellos todo tu buen rollo y tu alegría porque no son capaces de irse sin más, tienen que hacer el mayor daño posible, y en este tema incluyen a amigos, parejas o familiares. Pues lo que me gustó mucho fue que dijeran que fue un intercambio de cosas. Ellos dan vibraciones negativas. Mentiras, envidias, traición, manipulación, indiferencia, menosprecio... En cambio, nosotros damos cosas buenas, bonitas y positivas.

Vale, y ahora diréis... ¿y qué pasa con eso? 

Pues la frase "Cada uno da lo que tiene".es bastante reveladora, ¿no?


Es más que reveladora :)



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