5.4.17

El camino.

Estoy acariciando una ilusión, jugueteando con ella. Cada vez la tengo más y más cerca.

Tengo miedo de que se escape entre los dedos de mi mano, pero eso sería porque no es mía ni sería para mí.

Las cosas buenas de la vida no hay que forzarlas porque aparecen solas, surgen, se te presentan, y aunque salgan mal te apetece volver a repetir. Y esta es una de esas cosas buenas que me está haciendo disfrutar cada paso, cada descanso, cada sonrisa, cada respiro, cada suspiro...

Aunque pronto sepa si será para mí o no, lo bonito a veces no es sólo el final, sino también el camino.

Porque el camino está lleno de sensaciones y de vida.

No hay comentarios: