30.12.16

Las bragas rojas

Dicen que empezar el año con ropa interior roja da suerte.

Hortera es un rato, eso sí, y quien diga lo contrario es un hortera, salvo si tienes el cuerpo de la chavala del anuncio intimissimi, no fastidies. Así me la pondría hasta transparente. Lo que no dicen es cómo hacer que la suerte haga más efecto.

Nadie especifica si las bragas rojas hay que llevarlas sin depilar, en la cabeza, o por fuera del pantalón. O si hay que coger las de otra persona y olerlas, o hay que llevarlas hasta que se caigan de viejas.

Tampoco ha dicho nadie si había que comérselas, si hay que hacérselas a ganchillo o si hay que usarlas durante una semana entera sin ducharte.

Sea lo que sea como haya que llevarlas, yo este año, ni desde hace cien años, me las he puesto, porque ni creo en esas cosas, ni voy a creer.

Lo mismo todo pasa por no llevarlas en nochevieja.

A ver si va a ser por eso. Qué cabeza la mía, eso me pasa por no seguir las viejas costumbres. O lo mismo se me ha roto un espejo, vertido sal o he pasado por debajo de trescientas escaleras y yo sin darme cuenta. O me ha mirado un tuerto, cruzado un gato negro o tengo por algún lado algo con el número trece y sigo sin enterarme. O todo a la vez.

Sea lo que sea, ya pasó, así que vayamos a por lo importante.


Feliz año nuevo.

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