He descubierto un secreto. Creo que hasta mi vida corre peligro como alguien se entere de mi descubrimiento. Cualquier servicio de inteligencia ha guardado celosamente el secreto, pero yo, y sólo yo, he descubierto para qué servía la Casita del Príncipe, en El Escorial...
Este enigma que muchos investigadores no han logrado descifrar, estaba tan a la vista que han pasado por alto su significado...

Allá voy. En la Casita del Príncipe se jugaba a un juego secreto, oculto y peligrosísimo, en el que sólo podían participar los mejores tiradores, los más valientes y osados. De ahí que no hayan camas ni dormitorios, sólo salones y mesas -y qué mesas, por cierto...-.
...Se practicaba el noble deporte del lanzamiento de hueso de aceituna... De ahí que la entrada esté flanqueada por dos angelotes imitando semejante acto.
...Qué lista soy, po dió. Qué lista.
1 comentario:
Huummmm... Nunca he jugado a eso... Pero no creo que me dejen entrar al Escorial para practicar, ¿no?...
Ve con cuidado!
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