6.6.09

Epílogo

Siempre tengo un cuidado extremo con las cosas que aprecio. No me gusta que se me estropee o que se me rompa algo a lo que le tengo una estima especial, y por ello he movido cielo y tierra para encontrar la copia de la plantilla de este blog. Cutre -no podía ser de otra manera- pero era la que había y con la que terminaré.

Primero preferiría que leáis esto antes de seguir. Luego, decidís si seguís leyendo o no.

Lo escribí en un momento en el que se me cruzó una idea por la cabeza y la seguí. Todo imperio tiene su decadencia y todo blog tiene su final. Este es el final del blog. Ahora sí que sí, vamos que nos vamos. He empezado otro blog, esta vez con mi yo real al 100%.

Quiero agradeceros vuestra compañía aquí durante tanto tiempo. Espero haberos divertido y amenizado vuestros ratos libres. Espero haber entretenido. Y espero no haberos aburrido con mis bajones.

No sabéis la lástima que me da dejarlo. Pero creo que ya es hora de echar el cierre.

Silvia, tan lejos, Chispis, tan ocupada, Satrustegi, tan polifacético, Dick, tan artista, Lynze, tan comentador, Jabi, tan majo, Juanje, tan encantador, Santi, tan energético, Manolito, tan profundo, Lamu, tan estupenda... no sabéis lo que os he agradecido que hayáis seguido ahí aguantándome hasta la última letra. Un recuerdo muy especial a los caídos en combate. Y otro, cómo no, para los que se enfadaron y dejaron de comentar (oh, yeah) :D

Estaré en el nuevo blog. Si a alguien le interesa, ya sabéis... Bueno, si os sigue interesando leerme...

Cuidáos mucho y dejad que os cuiden. Sed buenos y generosos, portáos bien y no hagáis nada que haga llorar al niño Jesús. Llevad siempre la muda de ropa interior limpia, por si tenéis un accidente.

Ha sido un verdadero placer. Un beso enorme.

Y hasta luego.