27.4.09

Y faltaba yo por hablar de ella.

El camarero de la cafetería estaba viendo las noticias tempranico, y había poca gente en el bar. Siempre me quedará la duda de si me mostró las imágenes -y el sonido- por puro gusto o porque no había nadie más en la barra. Hablo de la mujer que ha participado en la selección del OT británico y que ha dejado flipado al persona por ese chorro de voz (¿y quién no la ha visto?). La cara que puse fue de alucine, vecine. Os juro que ha sido de las pocas veces que me he quedado con la boca abierta viendo actuar a alguien. Gensanta. Qué voz. No es que sea sólo potente, no, sino es todo: bonita, afinada, alucinante... Vaya. Al final resulta que las apariencias engañan de lo lindo.

Hice un estudio científico casero de si cantantes célebres podían llegar a gustarme igual con la misma canción. Y busqué. Y encontré algo, pero ni punto de comparación. Cincuenta kilos, veinte años menos y varios tonos de diferencia. La Susan tendrá mucho más de todo, pero desde luego es la única de todas ellas que se merece mi respeto.

Ella y esta otra que, con estilo completamente diferente, ocupa el segundo puesto en el ránking que he creado yo misma y en el que todas las demás han quedado descartadas por no llegar al nivel de calidad que quiero yo.



Cantan igual que yo :P

Por cierto, la canción tiene una letra muy triste.

Espero que os haya gustado. Y si no os gusta, QUÉ MÁS QUERÉIS. TRISTE ES DE PEDIR, PERO MÁS TRISTE ES DE NO SABER DE QUÉ ESCRIBIR.

Acepto sugerencias, porque de ideas ando bastante escasa...

Jusqu´à demain.

3 comentarios:

Lynze dijo...

Querida Eufrasia,
otro día que digas que la letra es muy triste, divertida, locuaz o lo que sea, por favor, ya que te has puesto traduce, hija, traduce. Que uno no está nada versado en la lengua de xerpir (tu bi or not tu bi). Más de uno te lo agradeceremos.
Por cierto, la voz de esta muchacha me recuerda mucho a la cantante y demás oficios artísticos Kate Bush. Que cosas, oye.

Eufrasia dijo...

Me debes una :D

Soñé un sueño ya hace tiempo
cuando había esperanza
y vivir valía la pena.
Soñé que el amor no moriría nunca.
Soñé que Dios perdonaría.

Entonces era joven y valiente.
Y se hacían, se usaban
y se desperdiciaban sueños.
No había rescates que pagar
ni canciones sin cantar,
ni vino sin probar

Pero los tigres vienen de noche
con sus voces estruendosas.
Al igual que te arrancan la ilusión
Vuelven tu sueño en vergüenza

Durmió un verano a mi lado.
Con él pasé unos días maravillosos.
Se llevó mi infancia
pero se marchó cuando el otoño llegó

Y yo aún soñaba que él regresaría a mí,
que pasaríamos la vida juntos.
Pero hay sueños que no pueden ser
y hay temporales que no podemos capear.

Soñé que mi vida sería
tan diferente a este infierno en el que vivo.
Tan diferente ahora de lo que parecía.
Ahora la vida ha matado el sueño que soñé.

Lynze dijo...

Querida Eufrasia,
no coge en mí (y eso que mi tamaño no es precisamente pequeño) tanto regocijo y admiración. Nunca te agradecí el detalle, no porque fuera un desagradecido, sino más bien por no mirarme las contestaciones antiguas.
Menos mal que creo que podré compensar en breve esta deuda hasta ahora desconocida por mí. No temas, mi pequeña damisela, que aunque posiblemente dicha deuda haya crecido en el tiempo por culpa de los intereses, este caballero errante podrá saldar tal imperdonable despiste.