4.7.06

Apavá.

Soy una pava, y por eso, estoy apavá.

Esta mañana, tomando café, he visto por la tele el video clip de esa tal Paris Hilton que, salvo por ser hija de quien es, lo tendría más crudo que yo aún para encontrar trabajo. La música no estaba mal, el vídeo era muy secsssi, pero claro, hay que ver lo que hace el poderoso caballero Don Dinero. Ni cantas ni bailas bien, y ale, vídeo clip que te crió. Como las ketchup (si, en minúscula), pero con un buen asesor de imagen. Otra cosa es lo que hagas luego cuando no lo tienes detrás (anda que vaya modelitos lleva la coleguita).

Lo del video clip me ha recordado cuando Enrique Iglesias sacó su tercer álbum, creo recordar que era en inglés, pero no me preguntéis el nombre que no tengo ni idea (es lo bonito de la memoria selectiva) Era un buen disco, muy bueno, en serio... lo que lo estropeaba, para mi gusto, era él. Aún así, vendió un cerro de discos. Pero el disco era muy bueno. Mirad si lo considero bueno, que yo decía que ese disco lo cantaba yo y también me pondría en el top ventas. Y claro, ahora habrá quien diga que canta muy bien. ¿Mande? Ese chico canta, si, pero no bien. Canta, sencillamente. Es como yo escribir. Yo escribo. A mi manera, pero lo escribo. Pero nadie, por mucho que le guste cómo lo haga, me comparará con mi idolatrado Pérez reverte o como cualquier Nobel de literatura. Es que suene la flauta. Si no, mirad éxitos tan efímeros como grandiosos. Tamara (la mala), que todo el mundo se ríe, si, pero todos nos sabemos la canción. Glenn Medeiros... el nozingonacheinsmailoforyu, o el archifamoso El Ocho, de Katherine Neville, que hizo un par de versiones del libro y nunca más se supo de ella (eso si, vivirá de las rentas).

Decía que estoy apavá. Y es porque no encuentro la forma de poner el huevo en la sociedad. Vamos, que se me dan muchas cosas bien y parece que lo que sé hacer no sirve para nada. Por lo menos, no me deja un contrato para firmar encima de la mesa. Y eso que le pongo ganas, pero que no hay manera. Y ya estoy hartita de ir llamando a puertas. He abierto más puertas que nadie pero se ve que ninguna tenía salida. O es que no la he visto. Y no es que esté negativa. Lo que estoy es resfriada y mu mala. Tanta negatividad se ha unido al chorrito del aire acondicionado en clase y me han dejado para el arrastre. Hoy no valgo para nada, sólo para dormir. Apavá y en paro. Yupi...

Hoy no rijo mucho, ¿eh? Estoy desrijá y apavá. Estoy mala, comprendedlo. Yo creo que debería haber aprendido música para saber cómo va el mecanismo de la flauta para que sonara por una vez en la vida a mi favor. Pero se ve que es muy complejo, porque no doy con la solución. Es verano, se acerca agosto peligrosamente, y para mí, es otro mes que no trabjaré porque todos están de vacaciones y no admitirán mis currículums hasta septiembre, que será cuando lo lean. Y luego, un delete o eliminar, hará el resto.

Que nada, que me he encabronao en que quiero trabajar de lo mío. Que yo ya sé trabajar en todo lo demás, ahora quiero que mi currículum contenga algo más técnico. Me conformaré primero con que se me vaya este resfriado de verano que me tiene frita. Toy mala, toy resfriá y toy apavá. Ah, y en paro, pero eso ya lo sabéis todos...

Si mi padre fuese muchimillonario no me preocuparía tanto por mi situación laboral (ver Paris Hilton), y me escudaría siempre detrás del anonimato para conseguir un triunfo por mí misma (véase además Enrique Iglesias). Y lo más triste de todo es que quiero conseguir las cosas por mí misma. Pero, cosas de la vida, a mí no me llega nunca el prohibidísimo tráfico de influencias.

Oyes, que lo mismo sólo es mala suerte. Como me dice mi madre, algún día me llegará la hora. Y cuando me llegue, diré: lo conseguí.

Bueno, diré: lo conseguí, pero sigo apavá.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bueno, he visto tu blog de casualidad y me ha reenviado a este. Se ve que eres muy divertida y la verdad es que me gusta como escribes.

seguire al loro

lidi.