26.5.16

Lo hiciste por amor.

Has odiado el fútbol con todas tus fuerzas. Has despreciado lo que mueve, sus hinchas, sus clubs, sus colores, y ahora porque sales con alguien que AMA hasta el escudo de su equipo te conviertes en más futbolero que nadie, más hincha de su club que el socio nº1, más que la mascota, la bandera y el presidente. Porque lo haces por amor.

Siempre has sido un desapegao (o desapegada) de la política. Pero ahora como tu churri es una persona más que comprometida con un partido o una ideología ahora te afilias a él o asistes a todo evento que se organiza, porque has descubierto que tu vida no tenía sentido antes de conocer a tu churri, que ese partido o esa ideología es lo que te llena realmente, y lo hará hasta que cambies de persona con la que salgas. Porque lo haces por amor.

Siempre te ha gustado una determinada música. Y gracias a tu churri ahora dejas de lado tus gustos y te empapas de música que antes ignorabas o despreciabas porque esa persona con la que estás ha conseguido abrirte los ojos en materia musical, que tus tristes oídos antes no disfrutaban. Porque por amor has descubierto nuevos horizontes melódicos.

Has despreciado cierto deporte, siempre has dicho que lo odiabas, que como tu churri sí practica ahora resulta que compites como si te fuera la vida en ello, porque también descubres que no podías vivir sin él, oye. Por amor, ya tú sabeh.

Hay que ver lo que haces por amor.

Ser servil. Sin personalidad.

Allá tú.

Porque eso, en mi pueblo, no es amor, es otra cosa ;)

9.5.16

:-)

No sé qué he hecho, ni qué he dicho, ni qué hice, o qué dije.

No sé en qué se ha fijado en mí, ni qué tengo de especial para sus ojos.

No sé qué encanto le ha fascinado, ni qué momento fue el que me hizo tan diferente.

No sé por qué soy tan apreciada y tan distinguida.

Pero sea lo que sea lo que haya visto en mí espero que nunca deje de verlo.

3.5.16

Un mundo mágico, amigo.


Calvin es un niño que aparece en una tira cómica creada por Bill Watterson. Calvin tiene un tigre de peluche, al que trata como si fuese real. Calvin tiene una imaginación tan grande como el sarcasmo de Hobbes. Pero se quieren, y juntos estuvieron entreteniendo a los lectores durante años, hasta que Watterson, el autor, decidió que el rumbo que tomaría con sus personajes no iba a ser el mismo que los que se enriquecieron y quemaron los suyos.

Así que decidió dejar de dibujarlos, y sus historias, que nunca continuaron, quedan en nuestra retina y en nuestro recuerdo.

Persona con principios y con palabra donde las haya, ¿eh?

Deberíamos aprender de él.

Calvin y Hobbes tenían razón, hay un mundo mágico que explorar...