12.9.16

Comedia en tres actos

Acto I

Dos chicas, no las conocéis, a las que llamaremos Eufrasia (por ejemplo) y Chica2, están en una cena en casa de Chica2 a la que van unos amigos que Eufrasia no tiene el gusto de conocer. Uno de los amigos, un apuesto, alto y guapísimo varón es el encargado de amenizar el lado derecho de la cena de Eufrasia, que sonríe atontada ante tal visión.

Comentario sotto voce en los postres entre Eufrasia y Chica2:
-Válgame, cómo está tu amigo.
-Es gay.
-Aham...

Se cierra el telón.

Acto II

Dos amigos, no los conocéis tampoco. A la muchacha la llamaremos Eufrasia, y al chico Chico1. Son amigos desde hace tiempo, y él vive fuera. Cuando vuelve por Valencia quedan a comer, a cenar o a lo que surja, por lo que esta vez quedan para cenar. A falta de tiempo, Chico1 comenta que ha quedado también con Chico2, porque no le daría tiempo a ver a sus amigos. A ella le parece bien. En cuando Chico2 hace acto de presencia en el restaurante en donde cenaron quedó prendada por tal belleza masculina, por ese dios griego de barba morena. En el café, Eufrasia y Chico1 se quedaron solos mientras el otro iba al baño.
-Chico2 está buscando piso, porque se va a vivir con su novio.
-Aham...

Se cierra el telón.

Acto III

Tren, hora de ir a trabajar. A la misma hora siempre son los mismos, las mismas caras de sueño, los mismos buenos días. Hay un buenos días diferente, el de un hombretón alto y guapetón que hasta sonríe a nuestra protagonista a la que llamaremos, por ejemplo, Eufrasia. Y ella piensa en que es un hombretón alto y guapetón al que no le importaría darle los buenos días de otra manera.

Una tarde estaban Eufrasia y una amiga, a la que llamaremos Amiga1, en un bar en el que son habituales. Y, de repente, como aparición divina, entra ese dios griego, ese hombretón alto y guapetón. Eufrasia, disimuladamente, le comenta a su amiga que le parece interesante. Amiga1 comenta que el muchacho le está mirando, pero Eufrasia comenta que es como siempre, y ahí se queda. Chin-chin.
-Tía, estás cañón, ¿y no te entra? ¡A ver si es gay!
-Pues no me extrañaría...

Bueno, pues no lo es. NO LO ES. Duda resuelta.

Se cierra el telón.


Epílogo: Hay que saber reírse de una misma. Es de lo más liberador. Y a veces se dan circunstancias de lo más divertidas.

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