12.1.09

Los envidiosos.

Hemos tenido frío, mucho frío, lluvia a cubos, granizo a diario, aire polar o siberiano -a ver si se aclaran y nos aclaramos todos-, pero faltaba una cosa: la nieve. Aquí no nieva nunca, así que, azules de frío cual pitufos pero verdes de envidia como... pepinos -mismo-, tras las adversas condiciones climatológicas por parte del todo el país menos este microclima propio que tenemos -somos asín de chulos, oiga-, fuimos raudos y veloces a buscar algo de nieve.

Fuimos a lo seguro: pensamos en ir a una estación de esquí, pero no hay ninguna cerca, así que pensamos en alejarnos sensiblemente de estos lares, así que acabamos en Valdelinares. Curioso el pasar por una carretera con un espléndido sol por donde horas antes cientos de camiones tuvieron que pasar la noche por el hielo y la nieve.

Vimos un quitanieves. ¡Un quitanieves! Oeoeoeoeoe....

Tuvimos unos kilometrillos de curvas. En esos momentos quise que mi vida finalizara. Qué mala me puse, válgame. El choteo de mi padre fue histórico. Dice que no cambio. Y no voy a cambiar, con semejantes curvas.

Y, por fin, llegamos a la nieve, blanca, fría, y en polvo en donde los muñecos de nieve no pasaron de ser montones de nieve con un par de piedras como ojos y otra como nariz y el gorro de alguien. Ni las bolas se quedaban compactas -pero qué sabré yo, ni que fuera la experta en clases de nieve-.


E hicimos ángeles de nieve. Y el ganso, ya puestos.

Así que luego nos fuimos a comer. Al volver a casa nos encontramos con que nos habíamos ahorrado un día de perros -más agua, más granizo y más frío-. Si es que no nos podemos ir a ninguna parte sin que pase algo.

Con la de cosas que pasó por aquí, nos fuimos a lo que no teníamos.

Y a eso se le llama envidia :D

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Eufrasia,
llevo años leyendo y escuchando que la nieve se acerca y que vamos a tener un temporal de mil pares de cojones, pero ni un copo, oye. Cuanto añoro esos días en que la nieve cubrió 4 centímetros y hubieron caravanas de más de 10 kilómetros, comunicaciones interrumpidas y la luz brillaba por su ausencia. Qué tiempos...

Lamu dijo...

Pues yo pasé un miedo volviendo de casa de mamá por culpa de la nieve!! El coche dando bandazos de un lado a otro, golpes tontos (y no tan tontos) mientras ponías las cadenas y otro intentaba aparcar al lado, pero patina y te da por detrás, tres horas y media en carretera en un trayecto que normalmente haces en una hora y cuarto... ¿¡Pa qué co*ones quieres nieve???!! XP