12.11.08

El dinero, las ocasiones y los...

Hoy estaban comentando en el trabajo que las mujeres -¿por qué generalizan?- tenemos la manía de gastarnos los ahorros en recauchutarnos por algún sitio. Todo esto viene porque una chica que trabaja con nosotros se ha autorregalado unos implantes nuevos de silicona y va marcando canalillo. Teniendo en cuenta de que ese gasto sería innecesario para algunas (no, si no la conocéis...) pues he dicho que no todas nos gastamos los cuartos en algo así. Y han empezado a hablar de cifras, dándonos cuenta de que ninguno teníamos ni idea de lo que cuesta ponerse morros, lolas o subirte el culo a los hombros. Pero eso si: han llegado a la conclusión de que, quien se opera de algo de eso, tiene una manía constante de dejar ver de qué se ha operado, como si a los demás nos interesara (a los tíos, tal vez, pero lo que es a mí...)

Y cuando he dicho que a lo mejor yo me he dejado más dinero en el dentista y no por eso voy con la boca abierta para que todo el mundo admire mis dientes... se han reído.

Total, que cada uno hace de su capa un sayo. Pero tampoco tenemos claro si de verdad es la leyenda urbana que cuenta que, si le pones a una siliconada una linterna bajo una teta, se le ve azul.

Qué intriga, oiga.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querida Eufrasia,
de todos es bien sabido que si pones una linterna bajo una teta siliconada no se ve azul porque la silicona es transparente, por tanto como mucho lo que suele pasar es que la luz se refracte y veas los colores del arco iris, eso sí, un poco rojillo.