Ahora la poesía me aburre. Y me aburre porque me gusta la simetría, el compás de los octosílabos, los sonetos y la rima consonante. Ahora, para mí, la poesía es prosa recortada por donde no toca. No me interesa. Prefiero leer los prospectos de los medicamentos. O las poesías anónimas, rebeldes y transgresoras.
Pero de toda aquella poesía suburbana, de todos aquellos poemas que quedaron en el pasado, sólo hay uno que sigue haciéndome recapacitar sobre mis gustos.
Tú, que eres poeta,
tú, que versos compones,
bájame la bragueta
y tócame los coj*nes.
tú, que versos compones,
bájame la bragueta
y tócame los coj*nes.
Si es que Bécquer se enrollaba demasiado...
Ps: Es el descansito. Y ahora, güelvo a estudiá.
1 comentario:
Querida Eufrasia,
si ya decía yo que no hacía falta rebuscar demasiado entre palabras cultas para llegar a la gente... Eso seguro que lo entiende todo el mundo.
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