7.5.08

¿Es grave, doctor?

Tengo que reconocerlo: no había visto la película Blade Runner nunca. Nunca. Lo juro. Y la curiosidad me pudo.

La primera vez que intenté visualizar esta joya... tachán... me quedé sopa en la silla desde la que os escribo (aproximadamente sobre el minuto quince de la peli)

La segunda vez... la quité a la hora y veinte minutos. No por sueño, sino por aburrimiento. Podióbendito... qué agobio de película... no sabía si quitarla o dormirme.

No habrá una tercera vez. No soy ni friki, ni leches, y ni falta que me hace. Porque si para ser friki tengo que malgastar mi vida viendo cosas así de intele-tuales, prefiero ver otras cosas menos cultas -pero que me pida el cuerpo- y permanecer en la más profundas de las ignorancias.

Así que la puerta de Tannhaussen >o como leches se diga< me importa más bien poco.

2 comentarios:

Satrústegui dijo...

Yo tampoco la he visto. No tengo demasiada curiosidad, sinceramente. Me gustan las películas más intelectuales pero esta simplemente no me atrae.

Anónimo dijo...

Querida Eufrasia,
también vendían camisetas de esas frikis que ponían en su parte delantera: yo entendí a la primera Akira (una película manga de aquellas que no las entiende ni su padre).
Me pasó lo mismo con esta, aunque yo en aquel entonces era bastante jovencito. Y ahora me da mucho palo volverla a ver. Dudo que mi mentalidad haya cambiado mucho desde entonces, así que no sé si volver a ponerla... Dios dirá.