28.11.07

La insoportable brevedad del ser.

Dicen que la vida son cuatro días y tres te los pasas durmiendo. Algo que hay por dentro de mí -mis tripas, mis gustos, mis apetencias- han cambiado tan de la noche a la mañana, que yo misma me sorprendo de mis descubrimientos, por eso, el día que me quedará por vivir -veinticinco horas, a lo sumo, y si no vivo eternamente-, no voy a andar destrozándome con cosas que no me apetecen, y mucho menos me aprovechan.

Yo llevaba años siendo consumidora de terror, por mucho que luego me diera un ataque de caguitis, en formato libro o en formato cine. Ahora no lo soporto. Es más, es que ni me llama ver una película de miedo, como tampoco me apetece ver una de tiros, o una en la que salga Tom Cruise. Es como si viviera una época de tranquilidad emocional interior, en dónde sólo me sulfuran los hechos reales, y no los cinematográficos. De ahí que prefiera, con diferencia, los pastelones, que ni matan, ni curan, pero tampoco producen pesadillas ni dan malas ideas, por mucho que luego alguien, harto y hastiado, proclame su odio contra este tipo de cine. Pa gustos, Scolores. Es como si una supuesta religión, en la que la única integrante sea yo, no me lo permitiera. No porque me den miedo -que me da, y mucho, rozando los tres infartos de golpe-, sino porque no me atraen ya.

Pero la pasada noche ví algo que, en un principio, no me apetecía ver. Era un monólogo sobre espíritus y leyendas urbanas. Cachis... y a qué horas me encontraba eso, cansada de trabajar, pero sin pizca de sueño. Hice de tripas corazón al pensar que, si se trataba de un monólogo, era cosa de humor, aunque la temática fuera delicada. Me armé de valor, con cierto horror le dí al play de la reproducción y...

Os juro que anoche fue la primera vez que por un tema de miedo, me fuí con lágrimas en los ojos a la camita.

Primera parte:


Segunda parte:


Las lágrimas fueron de risa, claro.

2 comentarios:

ileniaz dijo...

A mi me encanta Angel Martin! Ya he visto todos sus monologos. Ahora le sigo en Se Lo Que Hicisteis desde internet, pq aquí en Dublín no pillo la Sexta.

El programa no mata pero entretiene bastante.

Satrústegui dijo...

Tremendo el monólogo en contenido. Me recuerda a otro monólogo sobre leyendas urbanas pero que vi en el Club de la Comedia hace ya mucho. A ver si me acuerdo quien lo hacía.

Por otro lado, lo de los gustos siempre va cambiando un poco. Recuerdo que cuando conocí el blues, me parecía depresivo y horrendo. Ahora llevo unos cuantos meses en donde este género se hace cada vez más importante para mi.