6.9.07

La mano izquierda.

Todos recordamos el caso y el nombre del inglesito que vino a este nuestro país y le dio por hacer maldades con jovencitas. Gracias a la conciencia de una mujer, la suya, que vio que algo no iba bien, pudo incriminar a su marido ante las autoridades para que lo interrogaran como sospechoso. El ADN no engaña, y fue imputado en el asesinato y violación de una... y cuál fue la sorpresa, cuando vieron que ése mismo ADN coincidía con los encontrados en el lugar de otro crimen, en la misma zona, y con otra joven. También, otra coincidencia con otra víctima suya poco tiempo antes... A la cárcel y así te pudras, pensamos todos. Dejadlo al pueblo y verá, pensamos todos. Así te revienten en la cárcel, pensamos todos. Tress casos, y en los tres él estaba involucrado, pero hay más casos en los que la víctima no es localizada, y quién sabe si él también está detrás de ellos.

Esta misma semana nos enteramos que la hija de este asesino ha muerto en lo que parece un fatal accidente casero con una piscina. La criatura tenía diez años. Sólo diez años. Una niña. Pero leo con asco las maldades que se están diciendo sobre su muerte. Se alegran por la red de su muerte, como castigo a su padre. Se alegran, por el ojo por ojo. Se alegran, da igual el motivo, se alegran y punto.

¿¿Qué culpa tiene una criatura de lo que haga su padre?? ¿Qué había hecho esa criatura para que esa parte de la población se alegre de su fallecimiento? Su madre lo estará pasando fatal, pero ella tampoco tiene la culpa. Es más, no quiso encubrir una sospecha. ¿A qué viene esa felicidad repentina por la fatalidad de un inocente? Todos nosotros podemos tener en nuestra familia un criminal en potencia, y si se diera el caso de que actuara... ¿qué culpa tenemos el resto de la familia?

No sé si comenté el caso en el blog, pero también hace años, un matrimonio raptó a una chica bien en una urbanización lujosa, y la mataron esa misma noche. Luego, pidieron rescate. Cuando los pillaron, cómo no, los encarcelaron. Tenían cuatro hijos, que se quedaron a vivir con la abuela. Cuatro criaturas y una pobre anciana que vieron aterrorizados cómo todo el pueblo quiso lincharles. ¿Qué culpa tenían ellos?

Es abominable encontrar casos así. Es depravado y enfermizo querer una venganza contra el que no tiene nada que ver. Es monstruoso el que se alegra de la muerte de un ser completamente inocente.

Decían que la razón produce monstruos. Y no sé quiénes me dan más miedo. Los que están en el trullo, o los que nunca han estado.

6 comentarios:

Satrústegui dijo...

Ese hombre, como criminal que es, se merece estar encerrado y cuanto más tiempo mejor. Esa niña, que nada hizo, no se merecía morir y menos que una panda de resentidos sociales se alegren de su muerte.

Somos los humanos los que en general damos miedo.

Unknown dijo...

To más bien diría que son las pasiones en este caso los que producen monstruos. Las pasiones tan incontroladas que parecemos tener cada día más todos. Violencia que genera más violencia. Si es que al final quizás estemos todos dentro del mismo saco y quizás, sólo quizás, todos haríamos lo mismo en circunstancias parecidas.

Anónimo dijo...

qué razón tienes, eufra. el ojo por ojo es lo que tiene, que no atiende a razones y busca venganza contra el inocente, contra la víctima fácil.

Maxibombón dijo...

Y ¿nosotros formamos parte de la globalización? ¿nosotros estamos entre los paises desarrollados? En fín, la humanidad seguirá su instinto animal, visto que el razocinio ha perdido su perspectiva visual.

Silvia dijo...

Estoy contigo, Eufrasia.
Que no paguen los inocentes, demasiado tienen con lo suyo.

Anónimo dijo...

pues si, la gente se va del mundo...
mil veces se ve en la tele eso, q linchan a la familia
pero todavia es mas grave cuando hablamos de niños
un besote