2.8.07

Modas y modas.

El año pasado, ahora no me acuerdo del suplemento dominical de qué periódico nacional -toma rima- apareció un reportaje sobre una modelo que no es como las demás: Crystal Renn.

La peculiaridad de esta chica es que la talla que luce dista mucho de ser la del resto de la fauna. Como somos un número para las casas de ropa, las modelos normales son un 45 y ella es un 75. Y no es una bola, ni alguien monstruoso... Alguien pensó que el resto de la población mundial femenina que no nos dedicamos a la moda teníamos una oportunidad para llevar la misma ropa que las anoréxicas éstas, por lo que con mucho morro, colocó a esta chica en una pasarela y la vistió con lo que venden a otras que tienen la talla Barbie. Y no os penséis tampoco que fue un diseñador de poca monta, sino que, por ejemplo, Gaultier. Casi ná. Y el resultado no es que fuera espectacular, sino que fue como vernos a cualquiera de nosotras por la calle. Basta ya de tallas únicas. Una 44 le puede sentar a alguien mejor que una 38 porque, como todo el mundo sabe, sólo es cuestión de curvas. Alguien que lleve la 46 no tiene porqué tener michelines ni flotadores, es cuestión de complexiones. Y teniendo en cuenta que supermodelos sólo hay ocho en el mundo -de medidas "perfectas", de físico "espectacular"-, para qué aspirar a tener su tipo, siendo que nuestra talla es la más normal y la más utilizada.

Como nací descompensada, yo utilizo más talla en camisetas que en pantalón, y durante unos años fue un auténtico problema encontrar una simple camisa. Para que me viniera bien de pecho, me venía enorme de hombros. Pero eso ya pasó. Hay quien no se entera, y sigue con sus tallas únicas, mientras que otras casas -por ver que las que oscilamos la 44 somos legión-, han visto su manera de captar clientela. Y no nos hacen un favor, sólo es cuestión de cambiar su mercado porque, a fin de cuentas, lo único que les interesa es ganar cuanto más mejor.

Así que mientras miro el catálogo de la cadena de ropa que comparte esta chica con las hermanas Cruz, me sorprende que alguien, a estas alturas, crea que la perfección existe. Si se supone que las modelos y las estrellas ya no tienen nada que retocarse, y que son divinas de la muerte, mucha gente se sorprendería -y lo hará- al enterarse que nadie, NADIE, se libra del fotochop cuando aparece una foto suya en una revista o en un catálogo, por muchas horas de maquillaje que hayan aguantado.

La perfección existe. Sin fotochop. Mírate en el espejo, y la verás.

Ps: Me he comprado una camiseta que realza mi cuello y mi escote, sin enseñar, y cuando me la pongo, pienso: no se me nota el flotador. Qué bien. Estoy perfecta. Estoy divina. Cómo me quiero...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Te doy toda la razón Eufra. No por tener una talla 38 tienes que estar buenísima, ni por tener una 44 debes ser una foca.
Hasta hace bien poco usaba la 42/44 y me veía monísima de la muerte! Ahora uso la 38 y tengo una cara de pito que no puedo con ella.
Y, para acabar, creo que la belleza la irradias desde dentro. Si te ves guapa, te ven guapa.

Y como no te va a quedar bien esa camiseta!!!! Guapa!!!!

Anónimo dijo...

eufrasia, wapa, has hecho varias reflexiones que me han gustado, muy bueno el post de hoy. una cosita, lo de vestir una talla u otra, eso depende de la marca, que a veces te vale la 38, a veces la 40. lo importante es elegir lo que te sienta bien, independientemente de lo que diga la etiqueta, que hay quien se obsesiona por la 36 y luego se ve cada cosa....
pero lo importante es sentirse bien por dentro. el resto, se lo dejamos a zara :)

Anónimo dijo...

Muy bien Eufra! yo estoy de acuerdo con Chispis.

Besotes

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, jamía!
Anda que no me he agobiado veces por no encontrar pantalones de mi talla, y cuando lo hacía, eran como sacos.
No vale la pena agobiarse por las tallas, si alguien te quiere, lo mismo da ocho que ochenta, y eso sí, como tu, no te querrá nadie!

Unknown dijo...

diga usté que si doña!! Que vivan los flotadores ^^ jajaja por cierto ya que hablamos de peso dele de comer a las letras de su blog jajajaja k me voy a quedar miope perdido ^^ Un besote wapa!

Satrústegui dijo...

Las tallas son un rollo, son todas desiguales, irreales, ilógicas y mucho más. Lo importante es que lo que lleve uno, independientemente del número que digan que tiene esa prenda, lo haga sentir bien. Como tu camiseta querida Eufrasia.