30.6.07

El Centauro


Hace tiempo que conocí a un chico. Este chico, y no me preguntéis porqué, me sugería fuerza. Era coo si la irradiara. Además de su sesapil, me ofrecía una espléndida visión cada vez que nos cruzábamos o coincidíamos en algún sitio. Al principio, mi presencia le era indiferente. Yo no le llamaba la atención lo más mínimo, y eso era algo que tampoco me molestaba demasiado. Lo que pasa es que últimamente nos encontramos con más frecuencia y, por aquéllo de compartir conocidos, hemos acabado manteniendo una conversación con cada encuentro.

Además de sugerirme su fortaleza, me ha gustado la personalidad que muestra tener. Mi interés por él es más por lo que me inspira que, tal vez, lo que puede ser de verdad. Me gusta lo que veo, lo que escucho, y lo que sugiere. Pero creo que me gusta más lo que me inspira, lo que me hace imaginar. No soy propensa a idealizar a las personas, porque me gusta comprobar cómo son realmente. Si alguien me interesa o me cae bien, quiero profundizar para saber cómo es esa persona. Pero con este mozo, haré una excepción, porque me siento atraída por una imagen que se ha creado en mi mente y no necesito saber nada más.

Ahora, llamadme superficial, y acertaréis.

Ahora, yo no sé qué imagen tiene él de mí, pero tampoco le tengo que resultar tan indiferente. El interés que ha demostrado en mi humilde persona ha sido tan recíproco que casi me cuesta creerlo. Claro, que puede ser que sólo sea pasajero y se quede sólo en eso, en algo puntual sin efectos secundarios, pero tampoco me importaría. Me conformo con esa visión que se forma ante mis ojos cuando hablamos, y que hace que llene de fantasías esta ociosa cabecita.

Porque para mí, este chico es un Centauro. Creo que no hay ser mitológico más sensual que este, por la fuerza que desprende. Me lo imagino sin camisa y, en serio, me pongo mu mala. Me imagino la parte animal, y no puedo evitar levantar una ceja de asombro. Pero sólo son fantasías. Fantasías. No existen los seres mitológicos, sólo la inagotable imaginación de los seres humanos.

Ayer, al acercarse al grupo, me inspiró estar envuelta en una espiral de flores y frutas. No sé qué colonia llevaba, pero mi pituitaria hizo de las suyas, porque lo olía a kilómetros de distancia. Vio mi cara de éxtasis -en serio, estaba levitando-, cuando se acercó a mí y me preguntó qué me pasaba. Le dije que olía muy bien. Estas palabras, por lo visto, le hicieron decidirse a invitarme esta tarde al cine.

Pase lo que pase -pero estoy segura de que no pasará nada-, seguid llamándome superficial. Y lo seré.

28.6.07

Por cierrrrrrrrrrrto...


Ya he visto el final de Hé-ro-es...

...........................................no veo el momento para disfrutar de la segunda temporada.

...ahora sí que mi vida ya no tiene sentido.

...ju ju ju.

...Para qué seguir viviendo...


...Cachis... La vida me lo está poniendo mu difícil.

XD

Un día más

Está el día de la mujer trabajadora, el día de los abuelos, el día del Orgullo Friki, el día del trabajador, el día de Europa, incluso el lupus tiene su día. Lo que no entiendo es cuándo puedo yo celebrar el día de la mujer en paro que come pipas.

Hoy es el día del Orgullo Gay.



...Qué buena banda sonora para este día de celebraciones, porque le viene que ni pintado je je.

Ps: Vale, soy poco original. Lo intentaré de nuevo:



...Pues yo veo este vídeo como que entiende mucho.

Ps2: Otro tema para animar la tarde. Enhorabuena a los premiados.



Ps3: Ji ji ji... No he podido evitarlo. Tenía que poner algo de Queen.

26.6.07

Bodas: esos grandes eventos.

No conozco a nadie que no se haya manchado comiendo gambas. Incluso muertas, tienen la capacidad de atacar a sus depredadores con miles de trucos. Matar, ellas no matan, pero en un momento dado te pueden hacer una gracia que te cagas. Te escupen, se resbalan, saltan de tus manos... Todo con tal de no ser comidas. Vale, incluso yo, que ostento el récord de ser la persona que menos gambas ha comido en el mundo -no me gustan demasiado- fuí obsequiada con hermoso manchurrón, cortesía de una gamba rebelde que no quiso ser ingerida por un humano que, para más inri, la decapitó con cuchillo y tenedor, le cortó las patas con cuchillo y tenedor, Y LA PELÓ CON LOS DEDOS. Coñe, que creo que se comió hasta los ojos. Pues una de ellas, accidentalmente, hizo tripe salto mortal hasta aterrizar en mi falda de seda salvaje. Pero para salvaje, yo. Como no se vaya la mancha de gamba... a éste, le saco yo los ojos. Y me los como, si es preciso.

¡Qué bonitos los helados de chocolate de los niños! Con la de cientos de metros cuadrados que hay en una sala, podrían subir un poco el aire condicionado, más que nada, porque si no, se acelera el proceso de derretimiento global de los helados de los niños, con el consiguiente riesgo de ser derribados de la mesa, hasta caer al suelo, ser pisado por un niño que, al subirse a la silla... ¡zas! patada a tu falda de seda salvaje, que, más que salvaje, ya está loca de ira.

La barra libre: lugar en donde mancharse es lo más fácil del mundo. Yo no bebí alcohol, pero olía a taberna porque media sala me salpicó la falda de seda salvaje con todo tipo de mejunjes.

Solución: decir que tu falda es estampada. Por lo menos, eso parecía.

Esta tarde, le he llevado la falda a la tintorera y le ha dado un ataque de risa. Andevasssssssssss con esooooooooooo... Pues mira... Total, que por un módico precio (yo pensaba que era más caro) dice que en una semana la tiene limpia, o por lo menos eso intentará.

Así que hay dos soluciones: una, dejar a ir a las bodas. O dos, dejar de comprar cosas de seda salvaje. Porque la seda, por muy salvaje que sea, siempre acaba muy mal parada.

Estamos terminando junio. He suspendido mi segundo examen de oposición -nohaydolornohaydolor-, estoy en proceso en una oferta en la que me apunté de puritita coña -no cumplo ni uno de los requisitos :P, es para joder-, y está a punto de terminar mi serie preferida del momento: Heroes.

Y como las mentes ociosas se dedican a asuntos sin sustancia, estoy pensando en irme como el año pasado a hacer una visitilla a algún sitio, a lo Sardá, pero en plan casero y más cerca.

...Ay... qué malo es no tener nada que hacer...

23.6.07

¿Por dónde íbamos?

Me he levantado pronto y me he peluqueado: hoy tenía boda. Tenía todo preparado, todo listo, todo ya, iba a ir yo monísima de la muerte con un traje que me compré en una tienda llamada como un pintor italiano que le gustaban las pelirrojas (buena pista, ¿eh?), pero a la hora de la comida me ha empezado a doler la cabeza. Pero cosa mala, ¿eh? Total, que más que de boda, parecía que me iba a presentar a un concurso de exorcismos, por la cantidad de vómitos que he soltado. NI rizos, ni recogido, ni ná. Más que pena, daba asco. Hay que ver cuánta personalidad pierdes -por no hablar de imagen- cuando estás mala. Así que mientras mis padres salían engalanados hacia la ceremonia, yo estaba agonizando en mi lecho, he cerrado los ojos...

Cuando me he despertado, hará unas dos horas, no se me había ido el dolor de cabeza, por lo que existían dos posibilidades infalibles para terminar con mi problema (bueno, con este). Una era la amputación, sin anestesia ni ná. He optado por la opción B, menos radical, pero más efectiva. Me he ido a urgencias a que me dieran algo, cianuro, matarratas, un hachazo, o cualquier otra cosa, para terminar con ello. Han sido más suaves -angelicos-, porque me han chutado un combinado que ha hecho que se me pasaran las náuseas, el dolor de cabeza y todo, en cuestión de dos minutos. ¡Quiero tres litros de éso!

Así que mientras espero a que vengan a por mí para, por lo menos, cenar en condiciones en el salón de banquetes -hoy mi cuerpo no ha tolerado ni sólido ni líquido-, con un hambre feroz -me comería la mesa- y, como llego a tiempo, no voy a permitir que nadie se apropie de mi ración de lo que sea. Hoy, y creo que porque tengo hambre, me comeré hasta la cabeza de las gambas, bailaré hasta quedarme sin tacones y haré que me echen de la sala por pesada y tía paliza (¡Que no se quiere ir! ¡Que dice que no se va! ¡Y eso que son las siete de la tarde del lunes!)

Ñoras, ñores... voy a seguir con mis quehaceres sabáticos.

19.6.07

Las golondrinas de Bécquer.

Hace tiempo que dejaron de emitir un anuncio de jamones. Era la hora de la comida, cuando están todos sentados a la mesa y llega el hijo:
-Papá, papá, que me he comprado una guitarra...
Y el padre, con un gran acento andaluz, dice:
-...Ehpañola...
-No... ¡eléctrica! Y voy a tocar en un grupo...
-...De flamencou...
-Noooo... ¡heavy metal!
Entonces es cuando aparece la madre con un plato en la mano y lo deja en la mesa al tiempo que dice:
-¿Quién quiere jamón?
El chico alarga la mano hasta el plato, pero el padre le da un cachete -en la mano- y le dice:
-Tú... ¡hambuguezah!

Pues nada, si así va a ser feliz... Te seguiré oteando desde la distancia, querido mío. Seguiré suspirando por tí, ahora más lejos que nunca. Incluso creo que dejaré de pertenecer a la saga madridista que ha pasado de generación en generación en mi familia, para ser forofa del Galaxy (¿es ése a dónde te vas?) Vete, vete con las hamburguesas... No, no te quedes por mí... total, si el que quiere buscarme me encuentra, y mira que tú has buscado poco (por no decir ná) XDDD

Que te vaya bonito, Beckham.

Pero tú, a partir de ahora... ¡hamburguezah!

17.6.07

Guardianes.


Hay un elemento arquitectónico que me encaaaaaaaaaanta, y son las gárgolas. La más famosa será la de Notre-Dame, pero hay otra que, si la gente se fijara bien en ella, o le dieran más publicidad, sería la estrella, por su presencia, por su tamaño, y porque está multiplicada por cuatro. Dos en cada lado del puente del Reino, en Valencia, cada una encima de su pedestal, y las cuatro mirando hacia fuera, protegiendo ese trozo de ciudad de a saber qué.

He visto muchas gárgolas, muchas, pero sin duda, éstas cuatro son las mejores con diferencia.


¿Qué hago pensando en gárgolas a estas horas? Es que MI VIDA ES ABURRIDAAAAAAAAAAAA y no me pasa nada interesante. Y he pensado ¿gárgolas? Pues venga...

Ps: Sigue sin pasar nada, pero sólo era para daros las buenas noches. O los buenos días. Todo depende de cuándo leáis esto.

14.6.07

Supéralo.

Hoy estaba en otra cafetería tomándome un -qué raro- café, cuando me ha sonado el móvil. Al otro lado del (inexistente) hilo telefónico me oigo la seductora voz de Juan, mi tutor del curso de inglés.
-Are you ready?
-Comorl?
-Te llamaba por la prueba oral del curso de inglés.
-(infarto) Es que me has pillado... out.
-¿No lo has leído en la plataforma?
-Je je... es que llevo un par de días sin entrar... (recordemos que el curso es e-learning)
-Venga, si sólo serán un par de minutos...
-¡Pero si no tengo delante los apuntes!
-No te iba a dar tiempo a mirarlos...
-¿Que no? Porque no los tengo, que si no... Venga, ataca... cuanto antes terminemos, mejor...

Creo que alguna vez he dicho que valiente soy un rato, y me gusta experimentar cosas nuevas, sólo que salen mejor cuando tengo los apuntes delante.

-What is your name? -lalechequetandao. Que yo estaba en una cafetería, intentando recordar cómo se pronuncia y cómo se montan las frases al mismo tiempo, y tenía, además, que disimular para que nadie supiera de qué estaba hablando. Menos mal que entre la persona más cercana y yo habían... unos diez centímetros. Nueve, como poco. Suficiente.

Y ahí estaba yo, intentando contarle mi vida al profe, bajando la voz. El curso creo que ha sido más telepático que telefónico, porque él me corregía de vez en cuando -él no estaba en una cafetería, seguro-. Lo más hilarante: cuando no me acordaba de algo, le decía "espera, espera", y me corregía a mí misma con "esquiusmi, güeit".

Se lo ha pasado bomba, y me ha felicitado porque lo he hecho bastante bien -mentiras piadosas, lo sé-. Así que ahora, cuando vaya a una cafetería, tendré que apagar el móvil, no sea que me hagan una prueba oral de cualquier otro idioma.

Total, el curso lo tenía ya aprobado, solo que esto creo que es lo más raro que he hecho hoy.

Y cuando acabe con mi último curso... ¿qué será de mí?

12.6.07

Atea, gracias a dios

Hoy mi madre me ha dicho algo que jamás me había dicho nunca: "qué atea eres". ¿Atea? ¡Hombre, algo nuevo! Ya no me llaman gafotas, fea o gorda, no. Ahora, ledis an chentelmans, soy ATEA. Claro que mi madre no me decía nada de esas cosas, pero las insinuaba...

Resulta que con lo del documental del Cámeron ése que se ve que le gusta buscar la aguja en el pajar (er Titani, po ejemplu, con lo ancho y largo que es el mar), hemos estado hablando de ello. Yo he recordado la película The Body, en la que sale Antoñito Banderas, en la que se descubre por casualidad, un sepulcro con un cuerpo dentro, con señales de una lanza en el costado, una corona de espinas, brazo desarrollado como los carpinteros, con objetos de la época... Mi madre, católica hasta la médula, ha negado uno y cada uno de los ejemplos que le ponía yo, para demostrar que, científicamente, ninguno de los supuestos milagros de Jesús podían haberse realizado materialmente. Y mi madre, que fue verdad. Y yo, que sería mentira. Yo alegaba que la historia de este libro la escriben los hombres, y muchos tienen una imaginación infinita. Si son amigotes o del mismo equipo de fútbol, pueden escribir pestes de cualquiera, sin derecho a defenderse. Un ejemplo sería María Magdalena. No hay que pensar mucho para saber que hay machismo en la Biblia, porque para dos mujeres que salen de coprotagonistas, una no cató varón, y la otra, dicen, los cataba todos, por lo que cuentan. Las pongan como las pongan, ninguna de las dos, y eso está escrito, no negaron a Jesús tres veces, ni lo traicionaron por una bolsa de monedas, ni dudaron de su resurrección, por ejemplo, cosas que si que hicieron tres de sus queridos apóstoles.

Entonces, mi madre me ha señalado con el dedo: "qué atea eres". Madre, qué me estás contando, por diosssss. Que siiiiii, eres una atea, cada día eres más ateaaaaaaaaaa. Vade retroooo, te falta decir. Anda, no te burles de mí, déjame creer lo que yo quiera. Pues vale, madre, sigue creyendo. Atea. Crédula. Atea. Crédula. Atea. Beata. Si hace tiempo que no voy a misa... ¡Al infien-nooooooooooooo pol pecadora de la praderaaaaaaa!

Y mi madre se reía. Dios, a ver a quién ha salido esta chica...

Porque yo no dudo de que existiera alguien llamado Jesús y que fuera haciendo el bien, y predicando. Pero yo ya no creo en milagritos, panes, peces, caminar sobre las aguas, un carro de fuego y estar cuarenta días y cuarenta noches en un desierto sin comer ni beber. Pero que de ahí, a que te quieran seguir haciendo creer que era cierto...

Mirad si tenían en la edad media cagadita a la gente que le hicieron creer que existían los dragones. Pero... ¿alguna vez alguien se ha encontrado un triste fósil?

Cosas de que cada vez haya menos ignorancia y más cultura. Y eso, lamentablemente, muchas religiones no lo quieren permitir. Y así pasa.

Y como dijo Santiago Carrillo -si es que fue él-, soy atea, gracias a dios.

11.6.07

Una vida excitante

Decidido: nada como el café y la cocacola, porque por lo visto son las dos únicas cosas excitantes que habrán en mi vida. Lo que me ahorre en métodos anticonceptivos, me lo gastaré en sustancias que alterarán mis pulsaciones, me pondrán nerviosa, y me acelerarán. Algo como lo que suele pasar cuando te enamoras, pero en vaso o en tacita, y controlando las dosis al gusto. Con algo de leche, o con mucha azúcar. Nada de cosas descafeinadas o amargas. Por muy caliente que esté, se puede esperar a que tenga la temperatura adecuada.

Ambas, por supuesto, acompañadas del cigarrito de después de (y el de antes de, y los catorce de durante)

Hoy llevo dos litros de cocacola, cinco cafés y un paquete de tabaco. Mi vientre parece que está de ocho años de embarazo, pero me da igual. No tengo quien me la vea.

¿Veis? Una vida la mar de excitante.

Efecto dominó.

Resulta que el viernes coincidí en un bar con el poli de las elecciones. Yo no lo había visto, pero él sí que me vió a mí, así que se acercó a saludarme, a presentarse y, como el que no quiere la cosa, me invitaba al famoso café. Como yo estaba tomando café sola -me iba a comprar-, y no tenía tanta prisa, le dije que vale. Se presentó (otro Braulio... qué original), que era de Valladolid, y que llevaba destinado en la aldea tres meses. Me dijo también que ese finde libraba, y que si nos veríamos por ahí. Tras el café -pagó él-, me fui a comprar. Cuando volví a pasar cargada como una burra, él ya no estaba.

Ayer por la noche, cuando estábamos en un pub -ni que fuera el único sitio de asueto de la aldea- vuelve a aparecer el poli. BraulioPoli apareció con dos chicos. Nos saludamos, y acabó presentándome a sus acompañantes, compañeros de trabajo. Y pensé que qué hacía la policía nacional para incorporar gente a su plantilla, ¿oposiciones o cástings?, porque -y no exagero- eran moníiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimos los tres. Me quiso invitar a una copa, pero rechacé la oferta. Total, que acabé regresando con la gente -la mía-, y con Fräulein, que parecía que estaba decidido a que esa noche no terminara sin acompañarme a casa.

Cuando Fräulein salía conmigo del pub rumbo a mi casa, el poli y sus amigos estaban en la calle. Cuando me vio salir, me dijo:
-Tienes pendiente una copa conmigo.
Fräulein me miró y no dijo nada. Lo cierto es que no dijo apenas nada hasta mi casa, así que yo tampoco hablé. Cuando abrí la puerta, entonces volvió a recobrar el habla.
-Buenas noches.
-Buenas noches.

No sé si fue BraulioPoli, mi imaginación desbordante o fueron los celos, pero juraría ante los dioses del olimpo, que anoche Fräulein me iba a dar las buenas noches de otra manera.

De todas maneras, qué más da. Algunas cosas es mejor dejarlas como están.

7.6.07

Chapeau!

Charlando por el msn con Fräulein, me ha soltado así, como el que no quiere la cosa, "escribe mi nombre en tus sueños".

¿Quién dijo que los alemanes son antipáticos y secos? ¿Eh? ¿EH? ¡¡¡¡A MI NINGÚN ESPAÑOL ME HA DICHO ESAS COSAS!!!!

...Que cosa tan bonita me ha dicho el jodío. ¡Porque eso es de ser un jodío! ¡Jodío, si no vas a hacer nada, PORQUÉ ME DICES ESAS COSAS!

Me imagino la de estragos que habrá causado entre los corazones -y lo que no son los corazones- femeninos -y masculinos je je- de los madriles. Pero scht, scht... que yo lo ví ANTES

Ps:Llevo mucho tiempo viendo chicos muy guapos por todos los lados. Esto puede significar dos cosas:
1.Que estoy desesperaíca y mi visión distorsiona la realidad.
2.Que tengo una suerte inmensa.

Ps2: Claro, que con el gusto tan estropeao que tengo, seguro que veo chicos guapos en vez de una vaca. O el camión de la basura. Je je.

Cadena de favores

Hace unos días, me ofrecieron un puesto de trabajo en una importante empresa de transporte público nacional. La jornada laboral no era lo que yo quería, los días que se trabaja no son los que hubiera deseado, el sueldo es el que me gustaría tener, y tenía dos inconvenientes la oferta: que era temporal, y que era lejos de mi aldea. En otras palabras, que tenía bastante buena pinta. Mi incorporación sería inmediata. La gente se mata por entrar en esta empresa, cosa bastante difícil, debido a esas (secretas) bolsas de trabajo que se crean y que haga que muchos sean los llamados y pocos los elegidos. Y yo, sin comerlo ni beberlo, me encontré con mi nombre danzando entre sus elegidos. ¿Quién introdujo mi nombre en su departamento de personal?

Ante esta oferta, sopesé los pros y los contras. Me tenía que ir a vivir allí, debido a que me resultaría imposible ir y volver el mismo día a este sitio. Humanamente, me sería imposible disponer de un transporte que me dejara a la hora de entrada allí, porque no hay ninguno. Otro tanto ocurría cuando saliera de trabajar por la tarde. Y mientras daba saltos de alegría por dentro, por fuera me daba cuenta de que ese trabajo no era para mí. Lo que ganara por un lado, me lo gastaría en alquiler, y me resultaba especialmente cruel que me fuera a trabajar lejos cuando no me iba a suponer nada definitivo ni me iba a solucionar mis problemas laborales. Así que llamé para cancelar mi visita al departamento de personal, y expliqué mis motivos. No iba a hacerles perder un tiempo precioso para nada. Y sé que estas oportunidades pasan una vez en la vida. Temporales, pero oportunidades.

Por casualidades de la vida, me reencontré en la capi con un viejo compañero de trabajo que no veía desde hacía años. Tenía un trabajo que no le gustaba, estaba muy deprimido y quería desarrollarse profesionalmente. Le hablé de la oferta que yo rechacé. Le dije que se dejara caer por allí. A él le pilla más cerca, debido al detalle de que él vive al lado de la sede de esta empresa. Fue como si le hubieran chutado algo alucinógeno, porque se alegró un montón. Me basé en que si, por casualidad, buscan a alguien fuera de las bolsas de trabajo internas, sería porque no tenían a nadie. Y allá que se fue él. Y, por lo que luego me ha contado, no hay nada como estar en el momento oportuno. Lo demás, es suerte.

Así que seguí buscando por otros derroteros. Dio la casualidad de que conocí a alguien. Este alguien, no me va a dar trabajo, ni me va a solicitar en matrimonio y, por circunstancias, me ha hecho un favor personal enorme así, porque sí. Él no gana nada ni pierde nada por habérmelo hecho, y tampoco me ha pedido nada a cambio, porque estuvo de paso. Pero ha sido tan grande el detalle, que pienso que qué sería de todos nosotros si, como en la película, cuando nos hicieran un favor, nosotros hiciéramos también a los demás, a gente de paso, o gente desconocida.

Así que mientras me surge otra oportunidad laboral, seguiré con mis colaboraciones de limpieza. Porque, como dice mi madre, hay que saber trabajar en cualquier sitio. Y que es de bien nacidos ser agradecidos.

Y, por lo que veo, sé limpiar también muy bien. Y yo soy muy agradecida. ¿Bien nacida, entonces? No sé. Pero de buen rollito. Y esperaré que surja otra cosa que sí que pueda aceptar. Porque me tiene que surgir.

4.6.07

La Ñ, el botijo y la siesta.

Apadrina un botijo. Ese sería el lema de la campaña que intenta concienciar a la humanidad para que este artilugio no caiga en el olvido. Dejad ya de jarritas brit de ésas, que además de costar un huevo, hay que recambiar filtros cada dos por tres. Son mariconadas, vamos. Nada como un botijo a la sombra para saber qué fresquita puede estar el agua a pesar de estar cayendo una chicharrina de narices. Parece increíble que un trozo de barro tenga tantas posibilidades. Pon un botijo en la entrada de casa. Pon un botijo en el coche cuando vayas de botellón. Pon un botijo en tu lista de bodas. No veas la de electricidad que llegarás a ahorrar a lo largo de tu vida para tener agua fresquita. Eso sí, cuidado con los piños, no sea que calcules mal la distancia al elevarlo, y te dejes la dentadura hecha una pena si se choca con el pitorro.

¡Viva la Ñ! Porque nadie más en el mundo la tiene. Porque podemos decir Miño, España, la caña y quedarnos tan panchos. Porque quisieron suprimirla y aguantamos. Porque podemos escribir ñoño, moño, Toño, leña, tío Camuñas y añil. Porque podemos soltar ñasclas, al morder hacer ñam y decir niñoooooooooodejaesooooooyacoñoooooooooo. Apadrina la Ñ también. Es gratis.

Y viva la siesta. Ahora parece que todo el mundo la quiere para ellos. Porque no tiene traducción. Porque es como la Ñ y el botijo. Va unida a nuestro país. Que está bien seguir las tradiciones y el folklore autóctono, y es algo que todas las comunidades autónomas quieren para ellas y nadie se queja si las demás la hacen. Es para todos. Es para los de allá, para los de acá. Es contagiosa. Lo malo es cuando dura más de tres horas, que te deja el cuerpo... pffff... Pero no hay nada como una siesta de pijama y orinal.

...Lo sé, lo sé. La ociosidad causa estragos. Y mirad qué cosas se llegan a escribir.