7.3.07

Un día es un día... pero vaya día.

Y el sábado llegó. En vez de sábado sabadete, tocó niña pilla el tren bien tempranico que tienes el día completico. Y eso hice: me levanté casi antes que el sol y me dirigí a la estación de aldea, en donde sólo pasa un tren cada 25 años, y es para ir a Valencia, el único sitio del mundo en donde, por lo visto, hacen los exámenes de oposiciones los sábados, bien tempranito, pa fastidiar a la peña.

Antes de llegar a Valencia, laUrsu ya me estaba llamando para decirme que ya estaba en la Universidad Politécnica esperándome. Además de joder a la peña con exámenes en sábado, los tribunales de oposiciones en Valencia tienen la preciosa costumbre de citar a la gentucilla como yo en lugares lo más alejados posible de la humanidad. Pensando que la pobre laUrsu estaría sola, en vez de coger el autobús, pillé un taxi para tardar menos tiempo. El taxista fue enrollado: estuvimos criticando a un super-mega-Audi que iba delante de nosotros, con cuyo valor taxista y yo tendríamos coche para cada día de la semana (si, pero seguro que el taxista cobra más que yo je je je)

Una vez en el Poli, laUrsu y yo fuimos a buscar el aula pertinente, la encontramos -facultad de telecomunicaciones-, y fuimos a cafetearnos y a contarnos nuestras cosas. Y luego nos fuimos a reunir con el resto de opositores, para descubrir a Isidoro, santo varón que venía a nuestra clase en la diplomatura y que acabó la licenciatura en los madriles.

¿El examen? Pues... ¿habéis jugado a las quinielas? Pues fue algo así, porque de legislación cayó bien poco... Poco, y mal redactado, porque me costaba entender las preguntas... (o no sabía cuál era la respuesta correcta XP) Mal o bien, hecho está, ahora, a esperar la nota.

Tras salir del aula y reunirnos los tres, fuimos a ver la mascletá a la Plaza del Ayuntamiento. Es que desde el 1 de marzo hasta el 19, a las 2 de la tarde hacen una, y no íbamos a perdérnosla, claro. No pude hacer fotos de ello porque nos pusimos detrás de un árbol que nos lo tapaba TODO -cosas de la multitud que allí habitábamos-, pero fue culpa nuestra, por querer estar en la sombra -cosas de la calina que hacía el sábado-. Cuando todos los petarditos se acabaron, fuimos a esperar a Leocrícia, que venía con retraso y malita, la pobre. Una vez reunidos los cuatro (la malvada Anacleta no quiso venir) (no quisooooooo veni-ir), fuimos a comer, pero la hazaña estaba en encontrar dónde, puesto que el sábado, Valencia, estaba al completo, no sólo por la mascletá, sino también porque había futbol por la tarde y terminaba la vuelta ciclista a la Comunidad Valenciana. Las colas en los restaurantes eran históricas, por lo que dedujimos que cuanto más lejos del centro, menos gente habría. Leocrícia nos sugirió ir a un barecillo de tapas que le gustaba, y allí que nos fuimos: para nosotros estaba la única mesa disponible. Nos lo comimos todo (hasta lamimos el plato), nos lo bebimos todo (rica cervecita) (y eso que a mí no me gusta demasiado). Nos lo pasamos genial, cosas del reencuentro de viejos compañeros...

...Y llegó el momento de regresar a casa. LaUrsu me llevaba a casa en coche, que estaba -el vehículo-a tomar pol saco del centro -y tenía ticket de la hora a punto de caducar-, pero la alegría duró poco, ya que recibí una llamada comunicándome el fallecimiento de una persona a la que he apreciado mucho. La cosa se apagó bastante, por lo que nos despedimos todos (y Leocrícia nos presentó a su flamante y precioso novio) y laUrsu me llevó a casa -nos perdimos un poco, cosas de las autovías que no especifican bien si quieres ir por el interior o por el exterior-.

Así que aunque apruebe el examen, siempre me acordaré de ese día como el día en que falleció esta persona. Una vida larga y buena, y un final corto.

Pensaba escribir el post de manera más divertida, pero no sería correcto. Alguien, a quien no olvido, está con muy buena compañía.

Tengo aún pendiente el examen de inglés... El tutor ya me ha amenazado con lapidarme si no lo hago ya... Pero... uffffff... necesito un día más de descanso... (y no lo entiende...)

...Y en el trabajo aún no he dicho que tengo que faltar unos cuantos días para el curso. Estoy haciéndome a la idea de que me van a despedir. ¡Ah! Si quedo bien en la selección del curso y tengo trabajo, os diré para qué es... pero no dónde encontrarme (whahahahaha...) Y qué nerviosssssssssssssssss, porque empieza esta semana el curso...

...Necesito irme de viaje ¡YA!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hacía días que no escribías pendona!!! Nos tienes mu "malamente" acostumbraus.
Yo también estoy un poco plof... a ver si levantamos cabeza.
Un besito guapa!

Satrústegui dijo...

Me alegra ver que aún das señales de vida estimada Eufrasia. Espero que los resultados de su famosa oposición sean óptimos.

Por cierto, hay otro sitio donde se hacen exámenes a las primeras horas de los sábados: l'Institut d'Études Politiques Montesquieu de Bordeaux. Son divertidos examenes de 4 horas de duración casi todos los sábados durante el año lectivo (Se nota que extraño Bordeaux?).