18.2.07

Vamos, que nos vamos...

Aún me quedan unos cuantos días de infierno. Los charlies me atacan de todas partes, ya sea en horarios eternos de trabajo sin una hora de salida fija, o en forma de cursos e-learning que, todo sea dicho, me vienen en una hora mu mala. Y, encima, la oposición... Oh, cielos, creo que ya no siento ni las piernas, ni el culo de tantas horas que me paso frente al monitor... Los ojos están un tanto asín de caérseme ambos encima el teclado (pero me los pego con celo, hasta después de terminar con todo, no tienen que caerse), y la cabeza a punto de explotar con tanto apunte (yo me voy a lo seguro: la legislación, je je je, así no apruebo seguro) Además, tengo exámenes de los tres cursos... En fin...

PERO no todo es obligación en esta vida, porque el viaje está a punto de caramelo. Ya tengo las entradas, iremos cuatro al final (ya os contaré je je je), con el pequeño inconviente de que no hay habitaciones libres en todo Madrid el fin de semana que vamos porque hay una feria de no sé qué (se ve que en el IFEMA), y aunque la gente no tenga edades para irse de ferias y tal, hay un cartel que se ve desde el espacio que pone "No hay habitaciones libres en todo Madrid". No lo he intentado con los hoteles de cuatro y cinco estrellas porque la economía no da para más, pero como última esperanza, me queda mirar en Segovia, que lo mismo allí si que hay. Es lo malo de ser yo la encargada de organizarlo todo, porque hay que ver cómo me cuesta llevarlo todo...

Tengo la esperanza de algunas cancelaciones en los sitios a los que llamé...

Eh, que también salgo para despejarme. Un cafelito por la tarde o una copita por la noche son la excusa perfecta para desconectar lo justito para que no me dé un yuyu, pero luego vuelvo prontito a casa con mis obligaciones estudiantiles. Reconozco que estoy atravesando por una época de mucho estrés, estoy ligeramente susceptible, todo me molesta, todos me molestan, estoy antisocial, me sienta como una patada en la boca que me llamen para ir a trabajar un fin de semana, pero supongo que ya se me pasará... Las compañías que me gasto también me alivian de las tensiones, hice mal en prescindir de ellas... je je je... Si, lo conocéis (pero sólo como amigos) (ya os contaré) (también se viene a Madrid) (qué peligro...)

Así que mientras me tomo mi cafelito, me relajo un poco escribiendo en el blog. Tengo ganas de que llegue marzo, y con el mes, terminan mis aglomeraciones, mi contrato de trabajo y, espero, recibir buenas noticias de mis notas en la oposición.

Je je je je... necesito vacaciones ya!

1 comentario:

Anónimo dijo...

si... esta es la época de estar antisocial, en marzo como tu dices, la cosa deberia cambiar.

Mucho estres vamos, pero que un viajecito de esos lo arregla todo, o casi todo, tu verás---