-Oye... ¿qué te ha pasado que no viniste ayer a trabajar?
-Es que se murió mi padre...
-Oye, lo siento mucho...
-No, no lo sientas. Ese desgraciado nos abandonó cuando éramos pequeños y mi madre tuvo que tirar sola de nosotros. Ni siquiera quiso vernos ni una sola vez en todo este tiempo. Por eso, si ahora con su muerte, me tocan tres días libres de permiso, me los he tomado como tres días de descanso porque, al fin y al cabo, es lo único que he conseguido de él. Si a efectos legales es mi padre...
-Hombre... visto así...
-Pero gracias por preguntar.
-Es que se murió mi padre...
-Oye, lo siento mucho...
-No, no lo sientas. Ese desgraciado nos abandonó cuando éramos pequeños y mi madre tuvo que tirar sola de nosotros. Ni siquiera quiso vernos ni una sola vez en todo este tiempo. Por eso, si ahora con su muerte, me tocan tres días libres de permiso, me los he tomado como tres días de descanso porque, al fin y al cabo, es lo único que he conseguido de él. Si a efectos legales es mi padre...
-Hombre... visto así...
-Pero gracias por preguntar.
No sé porqué, pero en todos los sitios cuecen habas.
1 comentario:
No es que odie a mi padre, pero no lamentaría el intercambiarlo por tres días libres.
Pero a mi santa madre no la cambio por nada. Me identifico con ese caso, y mucho!!!
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