Una persona de palabra.

O sea, que para un político que me hace gracia (Rodríguez Ibarra), anuncia que se va. Y este hombre es todo un fiera. Empezó siendo presidente allá cuando se aprobó la constitución, hasta ahora, que dice que se pira. Oiga, explíqueme cómo lo hace, porque ya me gustaría a mí ser presidenta (aunque fuera de la comunidad) durante treinta años seguidos, y que, encima, tenga trabajo seguro cuando me lo deje por voluntad propia (aunque lo suyo sea por prevenir). Y este disidente dentro de su propio partido sin pelos en la lengua diga que se va, es para hacerle un monumento. Porque no lo echan, sino porque se va antes. Porque ha dicho lo que le ha salido de los bigotes y tan contento, y no ha rectificado, como otrossssss... ¡Quién le iba a decir dónde estaría casi 30 años después de la aprobación de la constitución! Pues más de uno se estará preguntando dónde estará dentro de 30 años (jujujujuju) O el año que viene, por ejemplo.

Porque eso de que un político cumpla lo que dice, ya es mérito. Aquií todos blablabla y luego ná de ná. Aznar dijo que se iba, y se fue. Otra historia es la que hizo que su partido perdiera las elecciones, claro. Pero ante todo, el valor de las promesas, unidas a la memoria, tienen un gran valor. Y las personas que cumplen sus promesas valen mucho. Y son especie en extinción. Y si un político dice que se va, que lo haga, por el motivo que sea. Especialmente si ha hecho algo malo.

Volvamos a la política. Al primer ministro de Hungría le han liado una buena por una escucha telefónica en la que decía que no habían cumplido nada de lo que prometieron en la campaña electoral. ¿Sólo él? Ya me gustaría a mí tener una lista de todo lo que dicen los politicuchos en sus campañas y luego, donde dije digo... ¿Y creéis que el primer ministro húngaro va a dimitir? ¿Dimitió el pleno del ayuntamiento de Marbella? Cu-ñao, cómo vamos a dimitir si desde aquí lo vemos tó y lo tenemos tó... Lo dicho: si no has hecho las cosas bien, pa qué sigues, si tan pillao.

Ahora, un gesto del que muchos deberían aprender. Un línier (de los de fútbol de toda la vida) señaló un penalty en un partido que no era. El fallo no es que no lo fuera, sino que ni de cerca estaban los protagonistas en el área de penalty (que estaban fuera... muy afuera) Cuando el chico ha visto las imágenes por tv, él, que ha estudiado óptica y de vista sabe mucho, se ha dado cuenta de que ha metido la gamba hasta las cejas, por ello ha pedido disculpas y ha preferido no presenciar el próximo partido que tenía, algo así como un mea culpa. Vale, con esto se pueden hacer millones de chistes, billones tal vez, pero el que alguien sepa rectificar, es todo un detalle. Por una mierda de partido de fútbol, por una equivocación, quieren joderle la vida a un chaval que lo hace por afición y que ha sabido rectificar. No depende ninguna vida de lo que señale. Ni mi bolsillo. Pero que un político esté en jauja y en su salsa, y que vengan noticias de escuchas telefónicas en las que hable de lo sinvergüenza que es y que no dimita simplemente por vergüenza, es para hacerle una moción de censura... por no decir otras cosas je je je je.

Así que como ahora se estila mucho lo de las escuchas telefónicas a los políticos, estoy pensando en qué eran esos clics que escucho de vez en cuando al hablar por el teléfono de casa. ¿Me estarán investigando? ¿Me estarán grabando? ¿Quién y pa qué? Oyoyoyoyoyoyoyyyyyyyy... que me estoy sintiendo importante. Pero dinero, poco, muy poco... (claro que eso mismo dice el Muñoz y mira dónde está)

Os doy mi palabra. (pobre, pero viviré eternamente whahahahaha...) (y de becaria, ni loca...) (si alguien quiere esa plaza...) XD