Quedan cuatro post (o el culo de mal asiento)

Hoy está lloviendo y yo me he despertado doliéndome la cabeza (el Instituto Nacional de Metereología se ahorraría conmigo un pastón en barómetros para medir los cambios de presión atmosférica). Pero llevo toda la semana con una idea taladrándome la cabeza: me cambio de blog, no me cambio de blog, me cambio de blog, no me cambio de blog...

Esto es como un cambio de trabajo -si lo tuviera, y menos arriesgado económicamente-.

Más de uno se cansará de mis cambios con el blog. Pero esto no es que me encuentre mal ni nada, sólo es un cambio, sencillamente. Empezar de cero, o de cero y medio. Esfumarme. Claro que, si alguien quiere seguirme, le daré la nueva dirección, pero no la pondré para dominio público.

La idea toma fuerza, cada día más. Este blog no iba a ser mío, pero ahora lo es. No me he cansado de él, ni mucho menos, y este blog quedará siempre hasta que el tío Google deje de mostrarlo.

Lo que más me fastidia es la facilidad que tengo para crear un blog y escribir en él, y lo difícil que me resulta encontrar un trabajo. Vale, limpio y cobro por ello, pero, tal vez por ambición, quiero más. O quiero otra cosa.

Si alguien piensa que es difícil escribir en un blog, entonces que me explique porqué tiene trabajo y yo no je je je ej ej. ¡¡¡¡Que se lo cambio!!!!

Bueno, me voy a tareas menos glamourosas. Quedan cuatro posts. Y creo que contactaré con el Instituto Nacional de Metereología para saber si tienen alguna vacante de barómetro, porque anda que los cambios de tiempo no me sientan mal ni ná...