16.9.06

El cuento de la semana

Érase una vez un programa de tv que quería lanzar a cantantes anónimos al estrellato. Tanto en Gran Bretaña, como en España, ocurrió lo mismo: dos personas con problemas a la hora de darse a entender (una, que necesitaba hablar más despacio y vocalizar y... bueno, un logopeda, y el otro que era pelín tartamudo), a la hora de cantar tenían una voz prodigiosa que dejaron boquiabiertos al personal.

Señores, a sus pies (mis más sinceras envidias)

http://www.youtube.com/watch?v=EPUXTgPup1c


Moraleja: aunque nuestros defectos sean demasiado visibles, siempre hay alguna virtud que destaca (me voy, voy a buscarme la mía...)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El otro día salió un tio en Operación Triunfo - El Casting que para cantar tenía que quitarse el diente de delante, o sea en mi pueblo "la paleta". Y eso de que cantaba es un decir.

Eva

Anónimo dijo...

De verdad todos tenemos una virtud? Yo creía tener una, pero ahora creo que más que una virtud es una condena.