5.7.06

Cuentos chinos.

Ahora que Corea del Norte está de moda, voy a hablar de un documental que ví en la tele hace un tiempo. Lo cierto es que estos coreanos del norte tienen unas ciudades impresionantes en las que no viven. Ensayan horas y horas para ellos mismos coreografías o desfiles que nadie verá. Toda esa cultura oriental de la perfección sin quejarse, controlada por superiores dictatoriales y gobernados por alguien que lleva los cuentos más allá de la ficción.

No recuerdo el nombre del coreano que les reina/gobierna, pero su padre llegó al poder con muy malas artes, cerró fronteras y empezó a lavar la cabeza a todos los residentes, aislados del mundo. Al igual que pasó en Alemania con su muro, miles de familias quedaron separadas del resto y durante cuarenta años estuvieron sin saber nada unos de los otros. Por supuesto, hubo quien intentó cruzar esa frontera que no lo era, sino un muro infranqueable. Ni qué decir tiene que casi todos los que lo intentaron, murieron abatidos a balazos o por algún mecanismo de control o vigilancia.

El padre del ahora rey (que ni idea lo que es), empezó a contar que nació de un árbol o no sé qué historia. El árbol fue adorado, siendo algo similar a lo que ocurre con Fátima o Lourdes y, ale, todos de peregrinaje para allá. El árbol tenía hasta una inscripción que contaba que su rey había nacido de él y más historias. Pero dio la casualidad de que, tampoco sé por qué, unos botánicos extranjeros acabaron allí viendo el árbol y se extrañaron de que el árbol fuera más joven de lo que era el rey, por lo que preguntaron ante la gente que qué historia era esa. El guía dió la voz de alarma y el árbol fue talado, no fuese que la gente pensara y la liaran. Por supuesto, nadie quiso creer a los botánicos, ya que su rey era dios, y su palabra era sagrada.

Para atribuirle milagros e historias, contaban que el antiguo rey, en una gran nevada, a medida que caminaba, la nieve se deshacía dejando brotar hierba y flores. Y así, más historias hilarantes que hoy en día nadie cree, salvo los coreanos del norte, y qué remedio les queda.

Para anunciar que su dios-rey se había muerto, idearon otro bonito cuento, en el que unos pájaros se llevaron el cuerpo al cielo, en donde ahora reside (¿?), y que su hijo, era el heredero de su palabra, por lo que acabaron con otro rey que les sigue llenando la cabeza de historias que se las cree todo el mundo.

Si os tuvieran toda la vida aislados, amparados en una dictadura, os contaran cuentos chinos... creedme que cualquiera se lo trabaga. Bajo una autoridad así la gente no piensa, no tiene derecho a la educación ni a ideales, no tiene que preguntar por qué, malo si lo piensas. Allí se trabaja para el estado, la mortalidad es enorme, la esperanza de vida es ínfima y además, la gente que vive en el campo lo tienen peor aún.

Te venden la burra como que los demás son los malos, que todos los que no sean como tú son malvados, escoria, peores o chusma. Eso es lo que tiene esos nacionalismos que no traen nada bueno. La gente debe pensar dentro de una democracia, porque ni todos los coreanos del norte son malos ni todos los cuentos son chinos.

No nos asustemos de ello, cuando no hace tantos años los padres seguían contando que los niños venían de París, o que la cigüeña te había dejado un hermanito. Creíamos en reyes magos, en ratoncito Pérez y en el hombre del saco. Hace más tiempo, en dragones y en apariciones divinas.

Joer, con el coreanito y sus petarditos. Casi prefiero que siga con sus cuentos, porque anda la que puede liar...

1 comentario:

Anónimo dijo...

No compares los Reyes Majos, el ratoncito Perez con los cuentos del elemento este que debia estar como una cabra. Nuestros cuentos son para niños, como diria Gloria Fuertes, y el menda este se los cuenta a adulto y lo más fuerte es que los adultos se lo creen y lo transmiten a sus hijos.
Si alguna vez a algun rey coreano de estos se le ocurriese despertar a su pais de tanta estupidez tiene trabajo como para dos días, no hay nada peor que una mala tradición heredada.
Eufrasia, te leo cada dia y tu blog es genial. Que te mejores.

Eva (prima de Silvia "la catalana en Australia")