28.7.06

Que venga agosto, que venga...

Hola a todos. Me presento: soy la abuela.

Puedo ser la vuestra, o la del vecino, la de un amigo, o cualquier otra abuela que se encuentra con que todos quieren irse de vacaciones ahora en agosto y se las ven y se las desean para saber dónde meterme en el coche. Porque claro, el nuevo novio de la niña es más importante que yo, y es él el que ocupa mi plaza en el monovolumen, lleno hasta la bandera con cuatro o cinco personas y un millón de trastos que luego no utilizarán. Pero la abuela no cabe, he escuchado. Coña, que no quepo, dicen, los jodíos...

Idos, idos de vacaciones, que yo casi mejor que me quedo en casa. Algo así como solo en casa, pero en la tercera edad. ¡Si os lleváis hasta el perro! (otro que sí que cabe en el coche) Pues mira, pensándolo bien, mejor, así me ahorro el tener que bajar a la calle para que haga sus cositas un par de veces al día. No sea que me dé un golpe de calor y encontréis en septiembre un cadáver corrompido en su jugo sobre el sofá. Ah, y el perro muerto, reventaíto por estar un mes entero si hacer sus pisises.

Ale, dejadme la casa entera pa mí. Con el aire acondicionado, con eso que ordena (ordenador, dicen) y con eso que se llama internete, así podré saber todas esas guarrerías que salen en la tele, y veré a mozos prietos y lozanos que no tuve el gusto de conocer en mis juventudes. Aprenderé lo del borrico, y podré escuchar a Antonio Machín de nuevo, que desde que cascó el radiocasete, pues que no he podido poner mis cintas...

Venga, a la playa. No me arriesgaré a subir en el coche y que, a medio camino os canséis de mí y me dejéis en cualquier gasolinera. Eso sí, el perro por delante, como si hubiera estado más tiempo en la familia (pensad que tiene quince años y de este verano seguro que no pasa) que yo. Y tampoco permitiré que me llevéis a ninguna residencia de verano para la tercera edad (bonito eufemismo), porque seguro que le pilláis el gustillo a eso de prescindir de mí, y me acomodáis allí hasta a saber.

Pues eso, todos fuera de casa, que yo me quedo. Así me iré a esos bailes en el hogar del pensionista. Me acercaré a la piscina y engatusaré a algún jovencito tipo Dinio (¿o es Dioni?) (uh, el alzheimer) contándole que soy una vieja marquesa petá de pasta y me gustaría tener compañía. Algo así como lo que hacen esos viejos verdes, pero que si lo hace una mujer está mal visto. Pues yo lo haré. Y me gastaré toda la pensión en cenas y comidas, en ir al cine y en excursiones. Y cuando llegue septiembre y volváis, me encontraréis sentada en mi sillón, haciendo ganchillo, o mirando el tomate, y me preguntaréis: abuela, ¿qué tal el verano?

...Y yo responderé: huy, josmíos... Mu aburrío.

27.7.06

Verano azul de color naranja.

La leche. ¿Os habéis dado cuenta de que el color que predomina en las playas españolas y en la época estival es el color naranja? Diossssssssssss, qué color tan feooooooooooooooooooooo. En mi armario tengo más de un color que de otro, pero el naranja me es imposible soportar, por lo que NO tengo ni tendré jamás nada de color naranja. Jamás un color me resultó tan insoportable.

Pero no hace mucho fui de boda. Adivinad de qué color eran la inmensa mayoría de las corbatas masculinas... ¡naranja! Jo, eso si que no me lo esperaba... Camisas a juego, con rayitas o puños del mismo color... Uf, no podía mirar hacia ningún sitio sin encontrarme el colorcito de las narices rodeando el cuello de los santos varones asistentes. Horteras, pensaba yo. Y menos mal que no hay nadie que me lea el pensamiento en esas situaciones, porque vaya la que se podría montar.

No soy estilista ni ná, pero para mí, que alguien con amigos muy influyentes tiene una fábrica de telas en la que alguien, por equivocación, compró un exceso de tinte naranja, o se le fue la mano con la mezcla. Resultado, un excedente muy excedentísimo de telas de color naranja. ¿Solución? Amigo conoce a amigo influyente en el mundo de la moda y le dice: jo, tío, no veas lo que me ha pasado, que resulta que tengo ochenta naves de almacén llenas a tope de tela de color naranja... Y el amigo del mundo de la moda le dirá: oye, no te preocupes, verás cómo te soluciono la cosa. Y claro, en el próximo desfile de presentación de la nueva temporada, saca a sus modelos vestidas con ropas de color naranja hechas con la tela de su amigo.

Porque es que el naranja no favorece en absoluto. No resalta el bronceado, por mucho que digan los estilistas, sólo es una moda. ¿Cuándo se ha estilado el naranja? Era como cuando quisieron convencernos con esa especie de falda-bola cuyo volante se metía para dentro, que era el no va más. Un peo Timoteo. Ya sólo faltaría encontrarme una falda de ésas de color naranja para rematarme.

En resumidas cuentas, soy una antimoda total. Para gustos, los colores, pero el naranja, exceptuando en el arcoiris, en pocos sitios queda bien.

Me pregunto qué pinta tendría una naranja color azul. Y a qué sabría. Bueno, casi mejor que la naranja se quede de color ídem. Ah, y las mandarinas.

Dorian Gray estuvo aquí

Quien no haya leído este libro de Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray es un claro ejemplo de la maldad que puede albergar una persona con un aspecto agradable y un trato exquisito. Da igual su sonrisa agradable, su mirada limpia, su aspecto impecable, su simpatía, su sentido del humor, su educación... Tras esa piel de cordero, existe un lobo cruel que pocos llegan a descubrir, sólo cuando ya es demasiado tarde. Y, al contrario de lo que refleja en el libro, esta clase de gente no tiene un cuadro que muestre realmente cómo son. Lo único que les delata son los hechos, pero siempre acaban soltando a su presa para captar a otra con la que llevar a cabo sus fechorías.

Vale, tras este rollazo que he soltado (pero real como la vida misma) analicemos la situación (no, analizar no viene de anal) (bueno, empieza así, pero nada que ver) (creo) (bueno si fuera eso cierto, podría empezar diciendo culonizar la situación, pero no quedaría bien). Ejem, sigo.

Oscar Wilde era gay y todo un caballero de la época, aunque sus aficiones y gustos eran demasiado escandalosas para la época victoriana que le tocó vivir. Señalado por la sociedad, hasta encarcelado por ello, llama la atención el que fuera muy gay y, en cambio, fuera tan misógino. Las mujeres para él eran seres inferiores, de ahí que muchas perlas que soltó de ellas por ahí, las cuales no voy a mentar, que sólo molestaban si no eran reclamadas por otras cuestiones. Mujeres florero de la época, vamos. Mujeres que él no admiraba sentimentalmente, pero sí las criticaba. De ahí que el muchacho tuviera que superar su complejo de inferioridad maltratando a las féminas. Siempre hay que demostrar que se es superior a alguien, de ahí que, en cuanto alguien con un complejo de inferioridad encuentra a alguien con quien desahogarse, desarrolla el complejo de superioridad, creyendo que es superior a esa persona y a todas las demás. Pero no es así. Su complejo sigue, de ahí que siga con la demagogia de actos y palabras pero, en realidad, los lobos disfrazados de corderos necesitan tener una víctima que analizar (o porculizar) y nada mejor que con alguien que les parezca más débil.

Como no soy psicóloga ni historiadora, no puedo más que decir como opinión que esa fantástica época de la educación y de los buenos modales como era la victoriana, no fue más que una era de hipócritas, de grandes perversiones dentro de casa y exquisito trato en la calle, de críticas contra los desfavorecidos, como si tuvieran la culpa de nacer en hogares pobres o crecer en orfanatos y, en cambio, todo era aparentar, o lujos, o vida social llena de fiestas, mirando hacia otro lado con el hambre, la pobreza... Los pobres eran inferiores, de ahí que fueran tratados como seres inferriores por cualquiera que, en su día a día, era zarandeado por sujefe, su marido, su padre...

Actualmente, hay mucho Dorian Gray suelto. Paises capitalistas con dinero, económicamente más que boyantes, amparados por el mismo de siempre, que bombardea a sus vecinos con la excusa de que es lo que se merecen por terroristas. Jefes de empresas creídos que tratan a sus empleados como mano de obra barata, rozando la esclavitud. Encargadillos pelotas y repelentes que creen que su ascenso significa que ha subido un escalón en la sociedad humana, y que van a mirar al resto de la humanidad por encima del hombre el resto de su vida. Personas que se acercan a tí aparentando ser amiga tuya y luego te abandonan cuando han conseguido llenar algún vacío de su vida y encuentran a alguien más interesante (o alguien más productivo para ellos)

¿En qué situación nos quedamos si somos los tontos que descubrimos que se han encarnizado en nosotros? En que nos sentimos culpables por no habernos dado cuenta. En que nos sentimos tristes por haber creído sinceridad. En que tenemos remordimientos por haber confiado en alguien que no se lo merecía. Y después llega la calma, la calma total. Nos volvemos desconfiados, somos más duros, y terminamos siendo un poquito peores personas. Y ahí, llega la bifurcación. Es como el hijo del maltratador: o maltratas, o te redimes. Sigues haciendo lo que has sufrido porque piensas que así te irá mejor, o piensas que nadie debería saber lo que es eso.

Así que Dorian Gray, que tiene muchas caras, acaba demostrando que no sabe redimirse. Alguien se la jugó bien jugado y no quiere olvidar lo que le pasó. Por eso se ceba en los demás. Cree que yendo de bueno por la vida no se consigue nada. Y si que se consigue. Se consigue estar a gusto contigo mismo. Se consigue esa paz interior que nunca conocerá. Se consigue ser mejor persona no haciendo a los demás lo que te hacen a tí.

Dorian Gray tiene un lado oscuro. Muy oscuro. De ahí que es mejor saber que jamás formará parte de tí.

25.7.06

Una clase de psicología

Los psicólogos, que hacen muchos tests y cosas así, tienen uno que es una especie de asociación de palabras. Algo así como, dependiendo de la respuesta que dés, pueden estudiar cómo eres. Si te dicen sol, como pienses en quemaduras de tercer grado, lo tienes chungo. Piensa mejor verano. Queda mejor y el test dirá cosas buenas de tí. Eso si, no contestes verano a todo lo que te pregunten, porque hay que establecer unar elación de ideas entre la palabra que te dicen y lo que te sugiere.

Hay otro test que me llamó mucho la atención. Se llama el test de Rorschach, y es ése que, con unas manchas de colores te intentan averiguar la vida dependiendo de lo que veas. Una vez vi uno que era como un vampiro con una capa flotando en el aire y manchas de sangre a los pies, y con una especie de halo con cuernos alrededor de la cabeza. Por lo que he leído, estoy de manicomio, porque debería ver un hada o un ángel. Bueno, si se ponen así, sí, es un hada. Maligna, pero un hada, lo que ellos digan. Pero es que dicen que lo de la sangre es también un síntoma de que tu personalidad es noséqué y muremala, que soy una enferma con una gran tendencia a la agresividad. Ostis, tú, que me están poniendo a parir. Ahora resulta que por ver un vampiro en una mancha soy una psicópata asesina (claro, han debido averiguar lo de mis ochenta y cuatro hijos). Cielos, y no sólo estoy como una cabra, sino que mis maldades quedan reflejadas en un blog. Para que luego hagan un estudio sobre la evolución de mi transtorno, y todo por ver un vampiro en una mancha y no ver un hada. O un ángel. Y me pregunto qué pensarían de mí si en vez de decir veo un vampiro, dijera veo una mancha.

Ahora miremos las manías. Oh, cielos, como una regadera. Acabo de darme cuenta de que no tolero por jamás de los jamases que madie me toque el culo y las tetas y que, si por una de ésas alguien lo hace, me convierto en una persona MUY violenta. O si alguien osara con pegarme una leche, mi reacción sería el defenderme. Si,¡¡¡¡ es cierto!!!!, lo del vampiro funciona, qué razón tienen. Oighs, qué mal que tengo que estar. Rehuye el contacto físico y reacciona con violencia ante la hostilidad, dirían. Lo que yo diga: ojito con ver el vampiro.

Buenooooo... acabo de arruinarme la vida por culpa de ver cosas donde no hay. Así que ahora me medicaré para arreglar mis transtornos psicópatas y mis instintos violentos. Será que como nunca me he pegado con nadie, ahora temen que mis brotes asalvajaos muestren su lado más cruel.

Y eso que no me gusta las películas de puñetazos, ni me gusta el boxeo ni me gusta la violencia en general. No soporto las injusticias ni que me toquen el culo. Por uno de los míos, sería capaz de comerme a quien fuese (joer, encima, caníbal... no lo estoy arreglando, ¿verdad?).

Así que la próxima vez que vea un dibujito de Rorschach, pasaré palabra. O diré que veo una mancha (total, a las tontas no parece que les vaya muy mal la vida)

Bueno, no pasaré palabra. Seguramente, me cachondearé un poco más de mi autodiagnóstico.

23.7.06

Las mujeres y su bolso.

Acabo de llegar de cenar (si, otra vez: en verano se sale más y ya dije que quiero evitarme la playa a toda costa) con unos amigos. He estrenado bolso y zapatos (no a juego, para más detalle) y he acabado con el bolso lleno y TRES ampollas en los pies. Eso si, me lo he pasado muy bien (demasiado bien), hemos estado en un concierto de las fiestas de un pueblo de los alrededores (-psé, casi que hubiera preferido ver a los Depeche-) y cuando he vuelto a casa (hoy he controlado con los alcoholes OH-OH-OH...) (es química, apunto), pues he acabado con cristalmina en los pies y mirando qué narices llevo en el bolso que parece que va a explotar.

A ver: que sepamos, el bolso es un complemento cuando sirve para eso mismo: para complementar. Un complemento no tiene más secreto que decorar un poco más el asunto. No puede caber más que las llaves de casa, un pintalabios y el tabaco. Si caben más cosas, es que ya no es un complemento. Es un bolso. Pues mi bolso que no iba a juego con mis zapatos no es un complemento: es un almacén contenedor con capacidad limitada (y menos mal, que si no...)

Abramos el bolso. Y encontramos... tachán... El tabaco. Dos paquetes, para que no falte. Dos mecheros (porque me da más cosa pedir fuego que un cigarro, y prefiero prevenir que pedir). Un paquete de pañuelos medio vacío. El pintalabios (que no he usado en toda la noche). Una mini agenda que llevo siempre para apuntar cualquier cosa (que no he usado esta noche). Un boli (que tampoco he usado esta noche). Un pareo (aclaro: me lo han dado esta noche) (jaté, dicen que se hace pantalón) (no sé cómo). El carnet de la biblioteca. Ni idea de cómo ha aparecido por el bolso nuevo (estaría remetido en la agenda). Dos caramelos de menta. La cartera (sin dinero, pero ES MI CARTERA). Y ya.

Veamos cuántas de todas esas cosas son prescindibles. Bueno... se puede decir que todas. Eso sí, no me imagino la vida sin llevar un pareo en el bolso (supongo que seguirá existiendo el mundo si lo saco) (probemos...) (anda, pues es cierto) (aún respiro) Así que chicas del mundo: podéis prescindir de los pareos en los bolsos XP

Y es que cuanto más grande es un bolso, más cosas caben. No sé si al resto del mundo le pasa lo mismo, pero es que yo acabo dejando en el bolso cosas que no me hacen falta (compresas, sin ir más lejos), y se va creando una capa sedimentaria en el fondo que va ascendiendo lentamente. Tickets de compra... Un papel en el que me apunté algo que ya no sé si es un teléfono o un nombre. Una goma del pelo. Otra goma del pelo. Dos o tres pinzas. ¡Caramelos derretidos en el fondo del bolso! (decidme que no sólo me pasa a mí) Así que ves que tu bolso, en vez de ser un complemento un tanto grande (o mu regrande) es el contenedor oficial de todos los trastos inútiles del mundo.

Podría hablar del aspecto de los bolsos, pero aplico lo mismo que a las personas: lo que cuenta es el interior. Y cuanta más mierda haya dentro, menos valor tendrá.

Y mi bolso, esta noche, ha conseguido su valor mínimo de cotización (aun recién estrenado) con la guinda final: dos cacharritos de porcelana que van con los helados cuando pides el postre.

Llamadme cutre, pero qué monos son... Y uno me sirve de cenicero y todo... O de platito para aperitivo... O de jabonera... O de...

Yupi. Bravo y viva y yuju. Tras lo de los ceniceros, creo que ya no necesito nada en la vida para ser feliz. (...Vale, si Beckham, pero... ¿porqué me lo habéis tenido que recordar?)

Eso si, he tenido un pensamiento esta noche: supongamos que tenía un accidente y miran el interior del bolso para buscar mi documentación... Entre el pareo y los cacharritos de porcelana... Vamos, no sé si me curarían, pero anda que no dirían que soy cutre de coj...

22.7.06

Tinto rosado y sonrisa profidén.

Al paso que llevo, para cuando tenga tiempo y dinero (y compañía, todo sea dicho) a la vez para ver a los Depeche Mode, fijo que se retiran o irán en silla de ruedas y ya no será lo mismo. Así que nada, a esperar a que algún alma caritativa los triga de nuevo por estas tierras el año que viene. O al otro. Bueno, antes de que se mueran o algo. Para verlos, claro. Que a mí me haría ilu (ya veis qué poco pido...)

Acabo de llegar de cenar con unos amigos. Claro, la clausura no podía durar eternamente, y la playa tampoco. Así que como este finde paso olímpicamente de ir a mojarme las corvas (¿o son corbas?) en el mar, pues me voy a apretar una dormida con la que recuperaré todo el sueño atrasado en mis diecisiete vidas anteriores (¿cómo que no tenéis ninguna?) (pobres)

Por si alguien se lo pregunta, el pelo (mío, ése de la cabeza) está hecho una pena. Parezco la del anuncio ese de las galletas de fibra que se corta ella sola el pelo. Joer, pues a mí me costó la pasta gansa y parezco casi la Karmele. Pero sin maquillar (la de sin maquillar va por mí) (uf, como las empresas de cosméticos dependieran de mí... quebrarían todas)

Y como el alcohol ha hecho de las suyas en este cuerpo abstemio, divagaré, que a veces se me da muy bien.

Una, saludos retrasados a Eva, la prima de Silvia, a La Vieja Sirena (me gusta tu nick), y a todos aquellos que me dejan comentarios y correos en el blog (me hago famosa, lo que yo diga).

Dos, señor don Goenitz: lo de la etiqueta tendré que ver cómo se hace porque mi ignorancia es taaaaan enorme (ni se imagina cuánto), que desconozco el sistema de etiquetaje en estos lares. Yo le enlazaría, pero es que no sé qué le pasa a su página, que o no la encuentro, o la tiene pelín desbarajustada (oigs, eso de que te enlacen mola) (aunque te copien el blog y no sigan escribiendo) (ejem) (vale, me callo)

Tres: menuda racha llevo. Ahora resulta que tras un sarpullido de lo más jodido, tras la otitis que menos mal que no me duele, ahora me encuentro con que soy el plato preferido de los mosquitos. No, no digáis nada, me envidiáis, lo sé... lo sé...

Cuatro: es el que va antes del cinco. Hoy me ha soltado una compañera en clase en confidencia (pero que lo ha escuchado todo el mundo) que el ginecólogo le ha dicho que este fin de semana estaba en sus días fértiles y que tenía que hacer jornadas intensivas (palabras textuales) (joer, un kiki mola, pero... ¿que te obliguen a forniciar en unos días concretos?) (¿y si no tienes ganas?) (eh, que cuando hay obligaciones, no tiene que ser tan diver). Por supuesto, la gente de clase -al completo- nos hemos jartao a de reir. Qué risa, oiga.

Cinco: que va después del cuatro. Curiosa la moda zapateril femenina. ¿Es que no hay en el mundo una sandalia que deje en paz al dedito gordo del pie? (lo digo por las chancletas de tooooooooooodos los modelos. Pues si, hay sandalias en el más amplio sentido de la palabra. Las dos únicas sandalias del mundo me las he comprado esta tarde YO.

Seis: (¿tengo que seguir así hasta el infinito?) No veré a los Depeche, pero estoy a tiempo de ver a Sabina. Si el que no se consuela es porque no quiere... (ostis, tú... ¿consolarme? ¿¿¿¿¿con el Sabina????) (>suspiro<)

Siete: creo que dejaré de contar cosas tan triviales como lo del pelo y lo del sarpullido, lo de la otitits y tal, porque además de quitarle mucho glamour al blog (en vez de estar enseñando teta), le quito la emoción. NO es que no sea humana. SOY MUY humana. Pero en el paro, en casa de mis padres, escribiendo blogs... Qué triste, por diosssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss.

Por último, decir que YA tengo un trabajo en firme para hacer una página wés (si, una, menos da una piedra). Será algo fácil: cojo un folio, hago el boceto, lo pinto con rotuladores y luego pego la hoja en la pantalla del ordenador con celo. ¿Creéis que se notará demasiado? Pues aún tengo que decirle el presupuesto...

Amiguitos todos, me acuesto. Sed felices y portáos bien.

21.7.06

Ricordo di Italia

Tengo una caja llena de recuerdos de lugares que no he visitado.

Tengo un billete de dólar de Nueva York que me trajeron en un viaje. Tengo recuerdos de santos lugares con la virgencita de turno. Conchas con cruces. Toricos. Llaveros de mil sitios diferentes. Dedales de plata -mi debilidad- de otros cienes y cienes de sitios. Pero claro, es que me han visto con ganas de tener algo diferente. Y, oh, cielos, me han regalado otro santo. Y no es un santo cualquiera. Tengo -envidiádme, envidiádme- DOS medallitas de san Antonio de Padua (sancti Antonino di Padua en italiano, creo yo que se llamará así), traidas del mismísimo Padua que no sé dónde cae (bueno, si, en Italia), pero hay qué ver qué magníficas medallas hacen los italianos. Dios, tengo los pelos como alambres...

La persona que me las ha regalado (digo yo que me tiene que querer un poquito asín () para acordarse de mí en tan largo viaje) me estaba contando que había una medalla para cada cosa. Para el amor, para el trabajo, para la salud -hay que ver el merchadising que tienen montado por ahí-, para los hijos, para la familia, para los estudios... Si os digo la verdad, ya no me acuerdo para qué sirven las dos que tengo (supongo que por si se me pierde una, tengo la de repuesto)

Hace años yo tenía una vecina que era hincha-fán de san Antonio de Padua. Algo así como yo con Beckham, pero lo de ella, más exagerado. Yo no necesito tener ni una triste foto del mozo para clamar a los cuatro vientos que me moooooooooola (por lo menos éste no me romperá el corazón, será únicamente sexo, lo tengo clarísimo). Pero lo de mi vecina era mu fuerrrrrrrrrte. No hablo de estampitas del santo varón, porque más que estampitas tenía dos o tres barajas completas con la jeta del hombre. Y las repartía tan alegremente. Yo creo que se reproducían en su casa, porque creo que cada vez tenía más. También tenía un cacho cuadro que presidía el comedor. Uf, eso era mu fuerte, entrar en el comedor, y verlo casi de tamaño real. Joer, siempre me daba cada susto... Pues eso, que mi vecina era mu creyente. MU creyente.

Yo tenía un exámen de física y química que no iba a aprobar ni de coña. Me la jugaba a una papeleta: si aprobaba, pues eso. Aprobaba. Si suspendía, me caía COU entero también. Así que mi madre, en un acto de cotilleo vecinal, le contó que tenía un exámen muy difícil. Y ella le puso un par de cirios al santo. Y, claro, no sólo me enteré yo de que le había puesto dos velas al santo, sino también toda la calle. Y que si suspendía, me tocaba repetir curso también. Mi vida y mi honor estaban en peligro.

Pero es que la madre de una amiga que estudiaba conmigo también era hincha-fán del Antonini, por lo que también le puso alguna velita más por mí. Me fui al examen pensando que me había tenido que morir o algo, porque no hacían nada que ponerme velas. Porque por lo de la salvación del alma, como ya no había remedio.

Total: que apruebo el examen (misterios de la vida) y, claro, ahora tenía que agradecerle a las dos mujeres su fe en su santo. Por supuesto, a las dos les oculté la existencia de otras velas que no fueran las suyas. Y su santo, compartido, fue el gran vencedor de la noche. Bueno, y yo, pero eso ya lo dí por hecho.

Ahora tengo dos medallas. Si fueran de la salud, pues hombre, ahora tengo otitis y debería ir al médico, pero no hay que amputar. Si fuera del trabajo, necesitaría un par de toneladas de medallitas para empezar. Y si fueran del amor, pues qué queréis que os diga. Que NO funcionan (si son tan poderosas, debería tener ya a Beckham a mis pies suplicando mis favores sexuales)

En vez de medalla, yo preferiría un anillo. Ejem... si, ese. El que vibra.

Pero claro, seguro que Beckham estará durmiendo ya. Otro día será.


...Cu-ñao... ¿Desde cuándo se pelan las palmas de las manos? (oigs, qué cosas más raras me pasan)

19.7.06

Mitos y leyendas

Según un estudio (realizado por hombres, claro está), el 16% de los hijos nacidos dentro del matrimonio no son del padre. Oséase, que el 16% de los niños que nacen, pero que no son de su supuesto padre, tienen un padre que no es el suyo. El 16% de las madres se la pegan al suo maritto. Y el 16% de los niños nacen sin padre reconocido, y tienen en el libro de familia un padre que no lo es. ¿En qué situación dejan a las madres?

Démosle la vuelta a la tortilla. Imaginemos un estudio que pudiera comprobar cuántos padres van dejando por ahí hijos que no los reconocerán como tal. Vamos, yo conozco a unos cuantos casos de hombretones que sólo lo son de nombre, puesto que, cuando la novia o la mujer les dijeron que iban a ser padres, tomáronse el mundo por montera, y desde un ¿seguro que es mío? a esto ya no iba bien, compréndelo, las abandonaron, dejando comprobado y requetecomprobado que los estudiosos ésos del 16% no se dedican a estos fenómenos de la ciencia divina.

Porque eso del mito del fontanero y del butanero es una trola. Por lo menos, los míos no lo son tal. Mi padre es fontanero y, vamos, que además de incesto, como que no. Nonononono... Y otros fontaneros que conozco... tampoco. Joer, es que ni uno. Ni una excepción. Dios, qué triste que el mito de los fontaneros haya desaparecido. Como lo de la lotería. Si conoces a alguien que le haya tocado, puedes pensar hum, existe... Pero no. Lo de los fontaneros NO es verdad.

Caso aparte es el de los butaneros. Tíos cachas y tal. Joer, pues teníais que ver a los que pasan por esta calle. Son tres hermanos. Y no sé cuál de todos es peor. Y no por feos, sino porque la única cualidad que tienen es la fuerza para subir dos bombonas a la vez a un tercero sin coger el ascensor. Pero es que cuando hablan... es como un repelús que te recorre toda la espalda y te tiene en tensión hasta que se van. Son de todo menos sexys. Son de todo menos simpáticos. Son de todo menos agradables. Vamos, que no sirven tampoco para estas cosas. Y, joer qué ganas la que tenga fantasías con ellos... con estos tres, me refiero.

Así que aferrándome al 16% que esos estudiosos han demostrado (pero qué listos, qué manera de desviar la atención), lanzo una pregunta al viento, esperando que a nadie le caiga a la cabeza.

¿Existen los chulos de playa?

La respuesta es evidente: y por los siglos de los siglos. Puaj.

...Por cierto: suspendí el examen. Me salió redondo (y nunca mejor dicho!!!!! ja ja ja ja ja ja)

18.7.06

El hombre que susurraba a los pitorros

Ese hombre con nombre de arcángel fue testigo de todo.

Estaba yo en casa, viendo la tele tranquilamente cuando oigo un estruendo en la calle y algo que arrastraba. Pensé: una moto y un coche, y me asomé a la ventana. Debajo de casa, un coche, había embestido contra un pilón de ésos de hierro que ahora ponene en las aceras para que los coches no aparquen y las gentes se dejen el menisco al menor descuido. El Arcángel empezó a blasfemar y a llamar la atención al conductor novel (con una L como un elefante), que, con el morro del coche medio desguazado por la colisión, y los nervios (porque vaya traqueteo tenía el coche, sin saber si seguir o parar), seguía su camino a cámara lenta. El Arcángel miraba indignado los trozos de pitorro, la base aún anclada al suelo, pero el resto descuartizado, efecto de la colisión. No había recuperación posible, la vida del pitorro se perdía en un segundo al tiempo que el conductor novel, usando su temple, pisó el acelerador, y se fue, como si eso no fuese con él, dándose a la fuga tranquilamente.

Al tiempo que todos los vecinos de la calle seguíamos mirando por la ventana, el Arcángel seguía furioso por la rotura de ese pitorro metálico, más hueco que mi cabeza. ¡La de dinero que pagamos los contribuyentes para que los pongan! (yo no lo pedí, si sirve de algo) ¡La gentuza que son alguna gente! Y algunos llegaron a asentir y todo.

Lo que no sabe el Arcángel es que yo fui testigo de otras cosas en su vida. Como cuando le tocó la lotería y se dejó el trabajo. El dinero, entre drogas y putas, le duró poco. Su mujer, harta, lo dejó. Él le rajaba las ruedas del coche para fastidiarla, e iba a amenazarla. Como no tenía dónde caerse muerto, hizo lo que se hace en estos casos: volver a casa de los padres (como una que yo me sé). Se hizo novio con una vecina, mientras le dio por no trabajar, y le sableó todo lo que tenía en la cuenta corriente. Siguió sin trabajar, y le dio por ser camello, pero tuvo que cerrar el negocio porque se fumaba la mercancía. Y, cuando su madre se quedó viuda, aún recuerdo la noche en la que la pobre mujer bajó a la calle, sin saber qué hacer, retorciéndose las manos, llorando. Todos la vimos caminando hacia una parte de la calle para volver enseguida, sin decidirse a hacer nada. Al mismo tiempo, se oían los gritos de su hijo, el Arcángel, que rompía todo lo que la mujer tenía en casa. Y la mujer se lamentaba por detrás, casi a escondidas, de que apenas tenía dinero para comer porque su hijo se lo quitaba todo.

Pero claro, hay cosas tan injustas en la vida, que todo queda perdonado ante un hecho de semejante tamaño, como es la rotura de un pitote de ésos, que además de no saber cómo se llaman, me pregunto cómo es el que los manda poner no tiene ni uno en su acera (comprobado). Y el Arcángel, solidario, no soporta que la gente tenga tan poco respeto por los pobres pitorros metálicos de las aceras.

Otra cosa, por lo visto, son las personas que le tienen que aguantar.

14.7.06

Ofrezco un precioso desatascador.

Resulta que anoche me acosté pronto. Y ya no tengo sueño, por lo que mientras se me hace la hora para ir al curso, pues leo la prensa y hago todo eso que no hice ayer (leer blogs, la prensa... mi triste correo -desde luego, tol mundo está de vacaciones-). Pues me he encontrado una noticia de las que me gustan, tan absurda pero tan real, que no puedo evitar comentarla.

Un tío de Canadá que tiene un blog, ha conseguido una casa con el famoso y tradicional trueque. Y todo empezó con un mísero clip. En poco más de un año, parece ser, que ha conseguido ir cambiando lo que le daban por lo que él tenía, hasta obtener una casa. Eso sí, ni idea de cómo será la casa, pero se ha ahorrado una hipoteca. Y yo me pregunto... ¿quién es ese hombre que me mira y me desnud...? Ah, no, eso era otra cosa. Me pregunto si el tio era tan famoso para que todos quisieran cambiarle algo por ese clip. Vamos, supongo que él miraría cuál de todas es la mejor oferta hasta canjearla. Pero menudo nivelón. Que si un lápiz, por un increíble clip de color rojo. Guau, qué envidia, ¿no? Lo que haría yo por un clip rojo... Pues eso mismo debió pensar la gente. El clip por el lápiz... el lápiz por un picaporte (¿¿¿qué sería de nuestras vidas sin los picaportes??? No, por favor, no quiero ni imaginármelo...) El picaporte por una barbacoa... la barbacoa por un generador (de los que generan :D) El generador por un contrato discográfico (y luego hay quien se va a OT y todo eso para grabar un disco), unas vacaciones de ski (guaaaaaaaaa...), una camioneta (...joer, y empezó con un clip), una tarde con el cantante de rock Alice Cooper (yo creo que pagaba yo por no tener que estar con él) y... tachán... ¡un papel en una película! Y como de todo hay en la viña del señor, alguien que quería salir en una película le cambió el papelito por una casa. Así que el mozo, por un clip, por una mierda de clip, por un miserable clip, tiene vivienda propia sin tener que casarse de por vida con un banco. Ole sus huevos.

Así que yo ahora, que quiero conseguir que Florentino me apadrine, ofrezco un precioso desatascador negro de plástico de toda la vida. ¿Alguna oferta?

Ps: Estoy pensando en qué puede querer un tío que lo tiene todo en la vida. Joer, esto parece sacado de la película Ciudadano Kane pero sin muerto.

Ps2: Hoy me entero de las notas del examen -o eso dijeron-. Voy a sacar el suspenso más bonito de la historia. Y podréis envidiarme y todo.

13.7.06

Parecidos razonables.

...Me caigo muerta. Acabo de descubrir quién tiene mi corte de pelo...

¿Los conocéis? Pues como Akane.


No quiero escuchar ni una risa, ¿eh?

12.7.06

Eo, que estoy aquí...

Arf, arf... que se me amontona el trabajo.

Bueno, pues por fin he hecho el examen ése de oposición que tenía pendiente. ¿El resultado? Ni idea, oiga, pero seguro -lo juro- que fatal, así que nada que temer XD

Y eso que me he puesto a estudiar de guay, pero en serio. He prescindido de lecturas, de salir, de escribir. Bueno, navegar he navegado, pero no he querido meterme en el blog, porque no estoy sola ya. Mi hermana Ana se me ha pegado como una lapa. Con la de amigas que tiene y prefiere quedarse con su hermanita. Claro, es lo que tiene estar fuera todo el año. Eso, o es que mi presencia es irresistible (para cierta persona, como que no, porque no me ha contestado ni el correo que le mandé para saber si está bien)

Por las mañanas he seguido con el curso, quitando arrugas con el Photoshop. Joer, menuda bomba de relojería para el que quiera hacer cosas malas con él. Pero bueno, que como diversión, no está nada mal. Ahora falta la práctica.

Y sobre mí... que me he cortado el pelo. Me dice la peluquera (el peluquero se había ido de vacaciones): ¿Cómo lo quieres? Y yo, que ya empezaba a ahogarme con mi propio pelo,le digo: Por encima de los hombros... Y vaya. Que si, que por encima de los hombros me lo ha dejado. Pero muy por encima. Desde luego, esta chica hizo lo que le dije. ¿Pero tanto? No me encuentro con tan poco pelo, con flequillo, sin poderme recogérmelo con nada. Si, con una diadema, pero no se puede hacer ná. Ahora resulta que la nuca la tengo más fresca que nunca, pero porque todo el pelo me viene a la cara. Menos mal que el pelo crece, pero jamás había conocido a alguien que se tomara tan en serio la expresión por encima de los hombros. Diossss, que este pelo me lo cortaba mi madre cuando yo tenía diez años...

Así que como ya no tengo que estudiar de momento, pero tengo sombra (me refiero a mi hermana), no sé cuándo podré escribir, pero es un palo tener libertad para hacer con el blog lo que te salga del pipi, y ahora me encuentre conque tengo escolta.

Esta tarde me voy de rebajas. Quiero faldas. Y camisetas. Y pantalones. Pero que me gusten. Ya veréis como no encuentro ná. Si es que parece que lo estoy viendo ya...

Pues nada. El maldito resfriado se ha recrudecido, y ahora tengo más mocos que una guardería. Casi parezco la niña del exorcista.

Me tengo que ir ya... Cuidáos. Todos. Hasta ése que no me contesta.

Un beso muy grande!!!

9.7.06

Er tironcillo de orejah de Leocricia (te odio)

Que dice que el post queda sosainas. Pues ale... que empiezo otro.

El otro día vi en la tele "Bajo el sol de la Toscana", y me gustó toda la película, en especial, la frase estar llena de mariquitas. Uf, bajo ese concepto, quiero estar enterrada viva bajo toneladas de mariquitas, que son unos bichitos que, en cuanto los veo, TENGO que cogerlos, es superior a mis fuerzas, necesito tenerlas en la mano hasta que se van volando. Si, son los únicos insectos que soporto. No como las arañas, que en cuanto veo una, TENGO que matarla. Hasta el día de hoy, no se me ha escapado viva ni una (oe oe oeeee).

También me encantaría estar cubierta de pétalos de rosa a lo American Beauty. OoOoOoOh... Claro, que si en vez de pétalos de rosa roja son amarillos, que tampoco me importaría. Y para cubrir mi desnudez, necesitaría cienes y cienes de toneladas de pétalos. Que una, abandonada e ignorada, tiene un tamaño a pesar de todo.

O que alguien me compusiera una canción, o me escribiera un poema... (bueno, el poema me lo escribieron, pero casi que no cuenta) (que no cuenta he dicho!!!!!)

Pasear bajo una avenida de cerezos en flor...

O mi último capricho: tumbarme en un campo de amapolas y desconectar del mundo...




...Claro, que si fuera todo a la vez (las mariquitas, los pétalos, el poema, los cerezos y las amapolas) tampoco me importaría nada, oiga.

¿He dicho que no me gustaba el amanecer en la playa? Lo ratifico: prefiero un campo de amapolas (una, que es de secano y de campo) (cual champiñón).

Amanecer en la playa.

No me gusta la playa. De día, me agobia. Pero de noche me sobrecoge de mala manera. Sería incapaz de echar un kiki allí, a oscuras, simplemente por el sonido de las olas, que te envuelven, y no sabes de dónde vienen. Como si las tuvieras encima, o al lado, pero sin verlas. Vengan de donde vengan, el sonido del mar de noche, a oscuras, me trae mal rollo.

Hace años sufrimos una inundación bastante importante por estos lares, una auténticxa catástrofe. Los gobernantes de por aquél entonces quitaron hierro al asunto, diciendo que no era nada por la radio, como si no fuera con nosotros. Si, si que lo era. Sí que lo fue. Lo fue. Y lo fue hasta el punto de crearse una alerta aconsejando a la gente que viviera en plantas bajas a que subiera a zonas más altas. A los que trabajaban, que no acudieran a sus puestos de trabajo. A los que estábamos en el colegio, nos echaron literalmente a la calle con un "posible riada" por parte de un profesor que fue diciendo esas dos únicas palabras de puerta en puerta, haciendo que evacuáramos el colegio en cinco minutos.

Mientras los que gobernaban decían que no era nada y que no nos preocupáramos, veíamos como nuestras madres intentaban subir nuestras pertenencias a lo alto de los muebles, a un piso superior, incluso al rellano de la escalera. Algunos padres se fueron a trabajar como si los gobernantes les hubieran convencido, y los niños nos quedamos en la calle bajo amenaza de muerte de las madres si se nos ocurría salir hasta la esquina. Por la tarde, todos los que no habían subido sus cosas a lo alto, o no habían tenido tiempo o ganas, corrían que se las pelaba para meter cuanto podían en sus coches y largarse echando leches a cualquier sitio menos en la ciudad. No llovía y hacía casi calor. Los niños mirábamos el espectáculo asombrados. Sabíamos que podía venir agua e inundar las calles, pero no sabíamos que la gente pudiera tener tanto miedo.

Las luces de la calle se apagaron de golpe, apenas anochecido. Las madres nos llamaban a gritos desde las ventanas para que subiéramos cuanto antes. Los coches salieron zumbando en la oscuridad. Los que se quedaban, subieron a casa de la vecina de arriba. Era como si todos presintieran lo que iba a pasar. Mi vecina se iba con bicicleta a casa de su hermana. Esa zona ya está inundada, le dijo mi madre, sube. Mi padre no estaba. Mis hermanos, el hijo de la vecina y yo nos asomamos por la ventana para mirar. Daba miedo, sólo con velas en casa, la radio con pilas encendida y las madres asustadas. Y, entonces, un rumor que se acercaba.

Se oía como un rumor de agua. Y era extraño e insólito, porque por aquí no hay ningún río cerca ni nada que lleve agua. Pero el ruido se acercaba, al tiempo que la intensidad aumentaba. Todos los de la calle miraban por la ventana, a un lado y a otro. Las linternas apuntaban a todas las esquinas. De repente, alguien dijo que viene, que viene... Y una ola de un metro de alta apareció por la esquina de la calle. Al tiempo que su sonido delataba su cercanía, otro fragor venía por una calle frontal... Era como si lo escucharas en estéreo. Las dos olas, al tiempo, se acercaban, buscándose... El sonido nos asustó. Y las olas chocaron frente a la puerta de mi casa, y la cosa empezó a subir. Miramos aterrorizados cómo el agua subía, subía, subía... Mi madre nos cogió a todos con su brazo y nos apartó de la ventana para que no viéramos más. Pero yo ya tenía suficiente.

Han pasado años de eso y aquí la gente aún lo tiene presente. Hubo muertos que la gente olvidó. Hubo un desastre porque hubo gente que lo perdió todo. Todo. Y hubo una censura total informativa. Que no pasaría nada. Que hubiera tenido cojones a venir al pueblo y decirlo en persona. A ver si pasaba o no pasaba nada.

Mi madre aún recuerda que había un soldado, de los que mandan en casos así para ayudar a la gente, que iba sin camisa, en una zodiac, cogiéndose de los cables de la luz para poder avanzar, de la cantidad de agua que había dos días después. El chico miró a mi madre:
-¡Señora! ¿Sabe si hay alguien por aquí que pueda necesitar ayuda?
-No, hijo... Por aquí todos estamos bien...
-Bueno, pues seguiré buscando, gracias.
Y el chico siguió a pulso, avanzando su barca, buscando gente a la que ayudar. Y mi madre se pone de los nervios cuando, en casos así, a los que les dan la medalla al mérito son a los mandamases que no tragan barro, ni humo, ni ven nada más que su teléfono en el despacho. Esos soldados son los que se merecían las medallas.

He dicho que no me gusta la playa. No me gusta el mar. No me gusta el rumor de las olas a oscuras. Me trae malos recuerdos, me sugiere cosas malas.

Este sábado he visto el amanecer en la playa. Y, si os digo la verdad, ha dejado de gustarme.

6.7.06

No todo el mundo se merece flores.

En este pais multicolor, ahora predomina el color blanco y amarillo. El rojo y el amarillo de la bandera española se ha metamorfoseado para ser la del vaticano (si, en minúscula) ante la inminente visita del papa (si, en minúscula) a Valencia. Más de uno estará echando de menos la bandera patria en vez de la otra. Amarillo y blanco...

Amarillo y blanco eran los colores del metro que tuvo el accidente el otro día en la estación de Jesús en la capital del reino valenciano. Encima, que la estación se llame Jesús, no deja de tener cierta mala leche. ¿Conocéis Valencia? ¿Habéis subido en esa línea? Yo si. Y sé perfectamente cómo era ese tren, y cómo son los que aún funcionarán hasta el infinito porque no hay dinero para cambiarlos. Pero si hay para que venga el papa. Para cambiar las flores de la ciudad y que muestre todo el esplendor. Para montar un tablao de varios cientos de metros cuadrados sólo para ese hombre. Hay dinero para cortar las calles como prevención por si acaso, con la consiguiente molestia de los conductores que, teniendo que cruzar el cauce del río para ir, por ejemplo, al politécnico, se encuentran conque los puentes están cerrados al tráfico. Porque viene el papa. Y varios miles de valencianos tienen que joderse y aguantarse, creyentes o no, porque por una persona mueven ese tinglao.

No hay dinero para cambiar esos trenes del metro de Valencia, en los cuales me subí por primera vez hace casi veinte años. Eso si, Valencia muestra luego su parte más fashion, mostrando sus estaciones nuevas, sus trenes nuevos... ¡Viene el papa! Y es que tengo en el alma un gozo que es que no puedo con él... uf... siempre deseé ser un apóstol... ays, pero soy mujer y no me dejarán... Ah, pero es que viene el papa y tenemos que dar buena impresión. ¿A quién? ¿Acaso este hombre reparte las riquezas del vaticano a los más necesitados? ¿Acaso va a los viajes porque se los paga de su bolsillo? Seguro que se alojará en el hotel más barato, claro... y todos esos de la pañoleta amarilla con mochilita que vayan a recibirlo, que griten de júbilo y alegría cuando lo tengan delante.

Amarillo y blanco eran los colores del metro que tuvo el accidente. Los asientos no eran de cuero como los del papamóvil. La gente que suele ir en metro no tiene chófer privado. A los del accidente no les plantarán flores los del ayuntamiento de ningún pueblo. Y cualquier minuto de silencio que diga el papa que hay que hacer, todos pondrán cara de tristeza y llorarán, o harán como que lloran. Luego se les olvidará, porque está el papa, que trae júbilo, esperanza y fe a los que creen en la vida eterna. Jesús... como la parada del metro...

Vergüenza. Eso es lo que deberían hacer todos esos alcaldes que mueven millones por un papa, un hijo o un espíritu santo. Se doblan el sueldo y ponen zona azul hasta en la calle más estrecha de la ciudad. Expropian para construir bienes comunitarios, y luego resulta que el bien es para golfistas y marinasdor. Da igual la ideología, todos son iguales, todos hacen lo mismo.

¿Que viene el papa? Por mí, que se vaya por donde venga. Porque cada vez que viene un personaje de esos se mueve dinero que se podría haber usado para otras cosas. No sé a cuánto ascenderá las facturas de las flores que le han plantado sólo para su visita. Ni las de los hoteles que ocuparán él y su comitiva. Ignoro lo que se desembolsará por visitar nuestro país. Pero lo que está claro, es que todo ese dinero hubiera servido para cambiar y reparar las líneas de metro de Valencia.

Veinte años no es nada.

Aprovechando que me he pelao la clase de hoy, así, por este resfriado, y he dormido un pelín más de lo normal, parece que esto ha mejorado un poquito. Hoy sería un buen día para dejar de fumar. Estoy pensando si este que tengo en la boca es mi último cigarro.... Debería.

Bueno, lo que quería contar. Resulta que hoy es el cumpleaños de una amiga que ha llegado a la treintena. No hace más que quejarse de que esta edad ya es el adiós definitivo a la juventud, que el cuerpo se resiente, que ya empieza a caerse todo por el peso de la gravedad y que tiene arrugas que antes no tenía. Dice que sale por la noche y el cuerpo ya no le responde, que ve cómo la gente más joven aguanta más la fiesta que ella y se pone histérica. Que engorda. Que adelgaza. Que tiene canas. Que tiene un trabajo horrible. Que tiene hipoteca. Que no quiere casarse. Que no quiere hijos. Que tiene ya treinta años. Que después de los treinta tendrá cuarenta. Adiós, juventud. Hola, madurez. Ahora las de veinte le comerán terreno en cuestiones sentimentales. Ahora las de veinte son el ombligo del mundo, dice. ¿Quién no ha oido cambio una de cuarenta por dos de veinte? Ah, ¿pero la de cuarenta es tuya y no tiene opinión? ¿Y las de veinte iban a querer irse contigo? Diooooooooos...

Pero ¿qué hay de malo en tener treinta años? O cuarenta... Lo bonito es cumplir años, no quedarte como el cadáver más joven de la historia. Si los que vagamos ya rozando la treintena somos legión -o por arriba o por abajo- y no se tiene veinte años eternamente. Cuando has tenido unas tetas muy vergonzosas que siempre han apuntado para abajo, lo de la gravedad no es problema. Cuando sonries mucho, es normal que te salgan surcos al lado de la boca. Siempre son mejores esas arrugas que las que salen en el entrecejo. ¿Culo más gordo que a los veinte? ¿Qué es lo que más te ven los demás? ¿La cara o el culo? Como decía Katherine Turner, hay que elegir entre cara y culo, porque no son compatibles. ¿Una de veinte es mejor que yo? Bueno, allá quien piense que si, pero yo no me envidio de adolescente a ahora. Ahora tengo otras prioridades en la vida. Y obligaciones que, esas que tienen veinte años eternamente, tendrán algún día y se acordarán de esto que digo. Y así sucesivamente. Que no se tienen veinte años toda la vida. Que la treintena es buena, es fenomenal, es el esplendor de la veintena. Es la antesala de los cuarenta. Es un paso más para llegar a la cincuentena. Y así puedo seguir toda la mañana.

Y esta sociedad de mierda que vende poder y juventud hace que los que vamos cumpliendo años y no sabemos dónde caernos muertos seamos unos fracasados.

Desde aquí le digo a mi amiga, que no leerá el blog porque no sabe que lo tengo, que felicidades.

Sólo espero que no me entren esas neuras a mí cuando yo cumpla los 120 años.

Y no quería morir sin haberlo intentado...

...Yo sé lo que me digo, pero en fin...

Queeeeeee no me puedo dormir por culpa de este resfriado que me tiene ahogá, así que lo combato con un cigarrito (o respiro o reviento, lo tengo decidido)

Este mes es mu triste para el blog. Casi no tengo visitas (y claro, comentarios menos aún), y encima, esta tarde no me ha dejado esto postear. No, si al final voy a ser yo la que se carga los servidores.

Voto a bríos, hace una calor que te cagas. ¿Alguien sabe si arrancándome la piel dejaré de sudar? Si, ¿no? Casi mejor que busco otra solución.

...Depeche Mode canta "God send the only TRUE friend"... Qué mentirosos...

5.7.06

Cuentos chinos.

Ahora que Corea del Norte está de moda, voy a hablar de un documental que ví en la tele hace un tiempo. Lo cierto es que estos coreanos del norte tienen unas ciudades impresionantes en las que no viven. Ensayan horas y horas para ellos mismos coreografías o desfiles que nadie verá. Toda esa cultura oriental de la perfección sin quejarse, controlada por superiores dictatoriales y gobernados por alguien que lleva los cuentos más allá de la ficción.

No recuerdo el nombre del coreano que les reina/gobierna, pero su padre llegó al poder con muy malas artes, cerró fronteras y empezó a lavar la cabeza a todos los residentes, aislados del mundo. Al igual que pasó en Alemania con su muro, miles de familias quedaron separadas del resto y durante cuarenta años estuvieron sin saber nada unos de los otros. Por supuesto, hubo quien intentó cruzar esa frontera que no lo era, sino un muro infranqueable. Ni qué decir tiene que casi todos los que lo intentaron, murieron abatidos a balazos o por algún mecanismo de control o vigilancia.

El padre del ahora rey (que ni idea lo que es), empezó a contar que nació de un árbol o no sé qué historia. El árbol fue adorado, siendo algo similar a lo que ocurre con Fátima o Lourdes y, ale, todos de peregrinaje para allá. El árbol tenía hasta una inscripción que contaba que su rey había nacido de él y más historias. Pero dio la casualidad de que, tampoco sé por qué, unos botánicos extranjeros acabaron allí viendo el árbol y se extrañaron de que el árbol fuera más joven de lo que era el rey, por lo que preguntaron ante la gente que qué historia era esa. El guía dió la voz de alarma y el árbol fue talado, no fuese que la gente pensara y la liaran. Por supuesto, nadie quiso creer a los botánicos, ya que su rey era dios, y su palabra era sagrada.

Para atribuirle milagros e historias, contaban que el antiguo rey, en una gran nevada, a medida que caminaba, la nieve se deshacía dejando brotar hierba y flores. Y así, más historias hilarantes que hoy en día nadie cree, salvo los coreanos del norte, y qué remedio les queda.

Para anunciar que su dios-rey se había muerto, idearon otro bonito cuento, en el que unos pájaros se llevaron el cuerpo al cielo, en donde ahora reside (¿?), y que su hijo, era el heredero de su palabra, por lo que acabaron con otro rey que les sigue llenando la cabeza de historias que se las cree todo el mundo.

Si os tuvieran toda la vida aislados, amparados en una dictadura, os contaran cuentos chinos... creedme que cualquiera se lo trabaga. Bajo una autoridad así la gente no piensa, no tiene derecho a la educación ni a ideales, no tiene que preguntar por qué, malo si lo piensas. Allí se trabaja para el estado, la mortalidad es enorme, la esperanza de vida es ínfima y además, la gente que vive en el campo lo tienen peor aún.

Te venden la burra como que los demás son los malos, que todos los que no sean como tú son malvados, escoria, peores o chusma. Eso es lo que tiene esos nacionalismos que no traen nada bueno. La gente debe pensar dentro de una democracia, porque ni todos los coreanos del norte son malos ni todos los cuentos son chinos.

No nos asustemos de ello, cuando no hace tantos años los padres seguían contando que los niños venían de París, o que la cigüeña te había dejado un hermanito. Creíamos en reyes magos, en ratoncito Pérez y en el hombre del saco. Hace más tiempo, en dragones y en apariciones divinas.

Joer, con el coreanito y sus petarditos. Casi prefiero que siga con sus cuentos, porque anda la que puede liar...

4.7.06

Mejor lo dejamos para otro día.

En plena agonía de muerte mortal, mientras me refocilaba yo misma en mis dolores corporales y en mis secreciones nasales sin llegar a dormirme, voy, y recibo una visita. Mi prima Nerea, que la chica no tiene nada mejor que hacer en esta vida que venir a interrumpirme en mis intentos de desconexión de la vigilia. Y se ha traido al niño que, además de ser muy rico, traía un cubo de Rubick o como se llame. Por supuesto, no voy a contar aquí cosas de esas que se cuentan las primas. Y con esta calor... y yo con pijama de manga larga y arropadita con una manta... Bueno, pues eso, el cubo de Rubbick (¿cómo se escribe?).

En-la-vi-da he sido capaz de hacer uno. Mejor dicho: nunca he conseguido rehacer el cubo de manera que cada cara tuviera su color. Tampoco es que me haya puesto yo horas y horas a intentarlo, pero que cuando uno caía en mis redes, por lo menos lo intentaba, y nunca lo conseguí. Yo, que soy muy mañosa, siempre intento aprender de ello, pero el decir "¿me enseñas?" con el cubito en la mano, me parecía ridículo, por lo que siempre lo he dejado para otro día. Y en silencio, a escondidas, mataba mi tiempo y perdía los nervios con algo que, tal vez, ejercitara la mente, pero me hacía enfurecer hasta llegar a esconder el cubo en cualquier sitio para no volverlo a encontrarlo jamás. Cuando crecí, seguí sin saber arreglarlo. Ahora, ya casi en la vejez XD, lo miro con una especie de odio por no haberlo llegado a comprender.

Y cuando algo te gusta, le dedicas mucho tiempo. Algo así me pasó con el Crash Bandiccot, en el que me pasaba horas y horas con el zorrito de las narices pillando manzanas, acumulando vidas, rompiendo cajas, hasta llegar al final del juego. ¿Y ahora qué?, me decía cuando veía que mi diversión se había terminado. Pues nada, a por otra cosa, porque eso de saber que tu querido entretenimiento ya no tiene secretos para tí es un poco frustrante, y el final es un poco decepcionante, esperando desde el inicio a llegar hasta ahí, y cuando llegas, deseas no haber llegado.

Es como los libros, o una película. Cuando uno/a te gusta, deseas enterarte de todo, hasta el final. Cuando llegas al final, piensas que ha llegado muy pronto para tu gusto, que quieres más.

Y he mirado el cubo de Rubrick (¿?) pensando para mí que no, que ya preguntaré cómo se hace. Porque lo mismo, si me entero cuál es el truco del almendruco, el maravilloso dilema deja de serlo y se convierte en un ¿tanto pa ná?. Oyes, que en la vida tiene que haber un poquito de misterio, que no todo tiene que tener su explicación.

Y lo que tiene narices es que con lo mala que estoy me de por pensar en el cubo. No, si soy rara, apavá y estoy enferma.

Menos mal que nadie ha traído un libro de física y química, porque entonces, me entraban todas las neuras.

Apavá.

Soy una pava, y por eso, estoy apavá.

Esta mañana, tomando café, he visto por la tele el video clip de esa tal Paris Hilton que, salvo por ser hija de quien es, lo tendría más crudo que yo aún para encontrar trabajo. La música no estaba mal, el vídeo era muy secsssi, pero claro, hay que ver lo que hace el poderoso caballero Don Dinero. Ni cantas ni bailas bien, y ale, vídeo clip que te crió. Como las ketchup (si, en minúscula), pero con un buen asesor de imagen. Otra cosa es lo que hagas luego cuando no lo tienes detrás (anda que vaya modelitos lleva la coleguita).

Lo del video clip me ha recordado cuando Enrique Iglesias sacó su tercer álbum, creo recordar que era en inglés, pero no me preguntéis el nombre que no tengo ni idea (es lo bonito de la memoria selectiva) Era un buen disco, muy bueno, en serio... lo que lo estropeaba, para mi gusto, era él. Aún así, vendió un cerro de discos. Pero el disco era muy bueno. Mirad si lo considero bueno, que yo decía que ese disco lo cantaba yo y también me pondría en el top ventas. Y claro, ahora habrá quien diga que canta muy bien. ¿Mande? Ese chico canta, si, pero no bien. Canta, sencillamente. Es como yo escribir. Yo escribo. A mi manera, pero lo escribo. Pero nadie, por mucho que le guste cómo lo haga, me comparará con mi idolatrado Pérez reverte o como cualquier Nobel de literatura. Es que suene la flauta. Si no, mirad éxitos tan efímeros como grandiosos. Tamara (la mala), que todo el mundo se ríe, si, pero todos nos sabemos la canción. Glenn Medeiros... el nozingonacheinsmailoforyu, o el archifamoso El Ocho, de Katherine Neville, que hizo un par de versiones del libro y nunca más se supo de ella (eso si, vivirá de las rentas).

Decía que estoy apavá. Y es porque no encuentro la forma de poner el huevo en la sociedad. Vamos, que se me dan muchas cosas bien y parece que lo que sé hacer no sirve para nada. Por lo menos, no me deja un contrato para firmar encima de la mesa. Y eso que le pongo ganas, pero que no hay manera. Y ya estoy hartita de ir llamando a puertas. He abierto más puertas que nadie pero se ve que ninguna tenía salida. O es que no la he visto. Y no es que esté negativa. Lo que estoy es resfriada y mu mala. Tanta negatividad se ha unido al chorrito del aire acondicionado en clase y me han dejado para el arrastre. Hoy no valgo para nada, sólo para dormir. Apavá y en paro. Yupi...

Hoy no rijo mucho, ¿eh? Estoy desrijá y apavá. Estoy mala, comprendedlo. Yo creo que debería haber aprendido música para saber cómo va el mecanismo de la flauta para que sonara por una vez en la vida a mi favor. Pero se ve que es muy complejo, porque no doy con la solución. Es verano, se acerca agosto peligrosamente, y para mí, es otro mes que no trabjaré porque todos están de vacaciones y no admitirán mis currículums hasta septiembre, que será cuando lo lean. Y luego, un delete o eliminar, hará el resto.

Que nada, que me he encabronao en que quiero trabajar de lo mío. Que yo ya sé trabajar en todo lo demás, ahora quiero que mi currículum contenga algo más técnico. Me conformaré primero con que se me vaya este resfriado de verano que me tiene frita. Toy mala, toy resfriá y toy apavá. Ah, y en paro, pero eso ya lo sabéis todos...

Si mi padre fuese muchimillonario no me preocuparía tanto por mi situación laboral (ver Paris Hilton), y me escudaría siempre detrás del anonimato para conseguir un triunfo por mí misma (véase además Enrique Iglesias). Y lo más triste de todo es que quiero conseguir las cosas por mí misma. Pero, cosas de la vida, a mí no me llega nunca el prohibidísimo tráfico de influencias.

Oyes, que lo mismo sólo es mala suerte. Como me dice mi madre, algún día me llegará la hora. Y cuando me llegue, diré: lo conseguí.

Bueno, diré: lo conseguí, pero sigo apavá.

3.7.06

Las películas de serie B

Ya sabemos que el emule y similares pueden hacernos disfrutar del mejor cine en casa y gratis. Vale, podemos pensar que del cine depende mucha gente, que con estos programas de descarga muchos videoclubs se ven en aprietos y tienen que cerrar, las distribuidoras tienen menos ventas, los hipermercados también... Bueno, a mi modesto entender, les salva el cine B, que son esas películas que ves por ver y acaban gustándote y que, como en el emule no están, acabas comprándotelas y todo.

Hay una película que me gusta mucho, y no porque salga mi (arf) Hugh Jackman (bueno, digamos que es un aliciente) Se llama "Siempre a tu lado" y es la película más B que te puedas encontrar. Parece ser que está basado en un libro que tiene que estar bien, pero como el ojo también come...

La protagonista (Ashley Judd) conoce a un chati (Greg Kinnear) que le trae loquita. El Jackman es un compañero de trabajo también. Pues resulta que le mola este chico (el Greg), que le cuenta sus problemas con su novia, que ve que con ella es todo más fácil, que le empieza a contar una milonga sobre el amor y tal... y va, y cae en sus redes. Cuando ya abandona todo por él, se encuentra que el chico le empieza a dar largas, hasta que ella se entera de que él sigue con su novia y que no piensa dejarla. Vamos, lo que le puede pasar a cualquiera. Lo más gracioso, para mí, es la escena en que ella ve un documental (como si fuera de la 2, vaya) de animalitos en el que habla de que las víctimas del mundo animal pueden escapar de su depredador: unos, con saltitos para desconcertar, otros, emprenden el gran fomoso truco de la huida y otros, en cambio, se están quietos, esperando que el depredador se canse y se vaya, dándose cuenta de que a ella le estaban haciendo eso. Me troncho porque conmigo utilizaron las tres técnicas, aunque no por ese orden. ¿Quién me iba a decir a mí que esa película me haría reir por mi abandono? Luego la chica se ralla porque ya empieza a comparar a mucjeres con vacas (nuevas y viejas) y a los hombres con toros (pffff....)

¿Es que tiene que ser una película supertaquillera para que te guste? A mí me cansa mucho que la gente empiece a decir que su película favorita es -casualmente- alguna que esté recién estrenada o esté de moda. Algo así como los libros, si exceptuamos La sombra del viento, que es un peazo libro que te mueres y no es nuevo precisamente (pero se vende como churros), que ya tiene unos 5 años. Pero a lo que iba: que puedo ver una película y me puede gustar mucho sin que se trate de algo que haya recaudado millones.

Yo, por ejemplo, pienso que, cuando ganó el Oscar Belle Epoque, cómo serían las otras. La vida es bella me gustó mucho, y la de este año, Crash, me parece una película muy buena (de mitad para adelante, todo sea dicho). Pero en cambio, hay películas B que están muy bien. Cuenta conmigo me pareció entrañable (claro que el libro está mucho mejor -Las cuatro estaciones de Stephen King, el Otoño, para los curiosos), los Cazadores de mentes está también muy bien, Más allá de los sueños me gustó muchisisisisisisisisimo (más original, imposible), El Bola ni qué decir, El espinazo del diablo... Todas ellas tienen su tiempo ya, pero oyes, que cuando una película te gusta, te sigue gustando pase el tiempo que pase (mirad Pretty Woman... argh...)

Pues eso. Que como en gustos no hay nada escrito, gracias a las películas B mucha gente vive de narices. Si no, mirad a los Stallones, a los Van Dammes, que más tristes que sus películas, poca cosa. Pero viven de ello. Y yo, que no tengo trabajo y vivo con mis padres, les tengo que envidiar y todo.

Pero vamos, que hay literatura de serie B también. Y la mía, queridos míos, es gratis (muy rara, pero gratis), por lo que no hace falta que tengáis que bajaros nada mío del emule.

Claro está, que ésto sea considerado literatura.

Se me olvidó: demos la bienvenida a Goenitz (te recuerdo), que güelve a estos lares, y a José Andrea.

Ah, Jabi: que si, que nos vamos de fiesta, que no tengo problema (lo que no tengo es dinero XDDDD)

ACTUALIZACIÓN: Joderjoderjoderjoderjoder... Acabo de leer un post de uno de los blogs que leo que me acaba de acojonar. Una, porque casualmente sale un tema con el que alguien podría tirarse horas y horas hablando de él sin que yo me enterara un pijo. Y dos, porque dice una frase que siempre ha aplicado a un familiar suyo. Una de dos: o veo donde no hay, o el mundo es un pañuelo.

Sea o no sea él, me ha puesto un nudo en la garganta.

2.7.06

Tener lo que no tienen los demás

Hay gente, que todos conocemos unos cuantos, que creen que teniendo algo que los demás no tienen, son más importantes que nadie. No me refiero a un buen trabajo últimamente, sino también a un buen partido como pareja y cosas así. La envidia, que es muy mala, hacen que estas personas sean criticadas por poseer algo que los demás no poseen (por ejemplo, una buena situación económica independientemente de cómo haya llegado). Ya sabemos que la envidia es un pecado cardinal. Pero la soberbia (si mal no recuerdo), también lo es, por lo que estas personas tan afortunadas que tienen lo que los demás no tienen, se regodean una y otra vez de su posesión, a la activa y a la pasiva. Eso si, siempre sacan alguna catástrofe de su situación, peor (siempre) que la que tienen los demás.

Recuerdo a una chica que durante un tiempo vino con nosotras en pandilla. Empezó a contarnos que sus padres se habían comparado una casa muy grande en tal barrio, que nunca nos enseñó, y que su padre ganaba muchísimo dinero porque era piloto de aviones. A mí eso no me extrañó, puesto que tengo algún amigo que su padre es comandante, o alguna hermana azafata de vuelo. Pero esta chica iba más allá. Su padre había sido el presidente del club de fútbol de la provincia. Y yo, que quise ver si era verdad, indagué... y me encontré conque no. Un presidente de un club de fútbol tiene que aportar (creo) el 10% de aval del total del presupuesto del club. Y ella no es que fuera megapija precisamente... La pandilla, picada, investigamos. Y su famosa casa que nunca vimos, resultó ser la casa de su abuela, que vivían con ella, hasta que les dieran las llaves de un pisito nuevo, que habían pagado con lo que les habían dado de su anterior piso (vamos, algo normal y lógico). Y su padre le commandant resultó ser un conductor de autobús que no sabía lo mentirosa que era su hija. Lo de la presidencia, no hace falta decir que como no fuera la de la escalera... Luego, ya más mayorcitas, quiso hacernos creer lo promíscua que era y con quién, y dónde y cómo... Pero cuando ya estás curada de espanto, como que ya te da igual que sea verdad o mentira.

Luego, otra chica se puso a salir con un portero de una comunidad de vecinos. El chico tenía vivienda gracias a su trabajo . Ella empezó a hablar de la de hipotecas que se ahorraba gracias a su novio, de reformas que no tendría que pagar, de facturas que le pagaba el edificio... Mi respuesta fue simple: reza para que a él no le pase nada porque te verás en la calle. Vamos, como si meterte en una hipoteca fuese algo deshonroso. Es más, a más de uno le gustaría poder permitírselo. A día de hoy, el chico ya no es portero, y viven juntos... en un piso que les han prestado los padres de él.

En cambio, tengo un amigo que trabaja en un sitio muy importante y su cargo es de lo más selecto. Cuando lo veo, recuerdo siempre a este chico ayudando a sus padres en la tienda antes de irse al colegio o al instituto. Estudió una carrera y se fue a trabajar de puritita chorra a ese sitio. Lleva allí no sé cuántos años, y ha ascendido de manera alucinante. Jamás ha hablado de lo importante que es su cargo. Jamás habla de lo alto que está cuando hablamos, porque él sabe que me está costando poner el huevo en algún sitio :P Sólamente cuando supo que allí se quedaría para los restos, me comentó que era hora de comprarse algo por donde está, porque sabía que allí tendría el trabajo. Pero cuando hablas con él, jamás alardea de nada. Sólo se ríe al recordar el día que me rompió las gafas (tendríamos 10 años por ahí).

Y otra amiga, que le costó un montón terminar la carrera de físicas. Ahora trabaja en la universidad, de investigadora o no sé qué. Me habla de lo contenta que está, de sus planes de futuro. La recuerdo también de pequeña, con su coleta y su lacito.

Y otra amiga, que trabaja en una cadena de supermercados, a la que han ascendido a encargada. Me dice que ya era hora...

Y a...

En fin. Es curioso cómo los que disfrutan cosas que tienen la pareja/familia son los que se vanaglorian más que los que tienen por ellos mismos. Bueno, habrán excepciones, de las que todos conocemos a soberbios y orgullosos de estar situados por encima de los demás por sí mismos.

Bueno, en mi situación actual, en plena pobreza (como tuviera que comer de lo que gano al mes, malo), cualquiera está por encima de mí. Por ellos mismos o por los demás.

Ah, pero he cobrado las horitas de limpieza y... vamos, que tampoco quiero daros envidia. Con deciros que ya puedo retirarme... (¿retirarme...? ¿de qué? XDDDDD)

Para una vez que me voy.

Yastamos aquín.

El viernes por la noche, a eso de las tres de la madrugada, me ví en la lista de blogdiario. Seguía siendo la primera (una, que para una vez que era la primera en algo, se daba su ración de egolatría). Ahora me veo la lista, tal y conforme la dejé... pero sin los suspiros. ¡¡¡Que me han borrado!!! He desaparecido de la lista como por arte de magia, del número uno a la incógnita, respetando -tal cual- el resto de la lista siendo, sospechosamente, de nuevo el número uno el blog más polémico creado en hispavista últimamente. Hombre, en parte comprendo la censura a la que he sido sometida en propias carnes (y digamos que me lo veía venir) por el último post que dejé. No tiene que dar buena imagen que el número uno diga que se va por los fallos del servidor. Bueno, pues nada. Que me borren. Total, yo no gano dinero en ningún sitio por escribir, y por escribir tampoco me pagan. Yo soy libre, tú eres libre, él es libre... y así podemos conjugar hasta el infinito y más allá. Pues eso.

Cambiando el tercio, resulta que me ha venido una noticia así como un trolebús a la cabeza. Resulta que en unos días tengo un examen para una oposición... de la que me acabo de enterar. Yo, que miro y leo tooooodos los días los boletines oficiales y los diarios oficiales de la provincia, se ve que me salté un día. Menos mal que un alma cándida y dichosa me ha dicho "eh, nos vemos ese día, ¿eh?". ¡¡¡Argh!!! Pues nada. Que mi fin de semana en la playa se ha convertido en una clausura intermitente para estudiar algo tan magnífico e importante para los seres humanos como son los contratos de las administraciones públicas (vamos, que sólo me ha dado tiempo a leerme eso, que de tanto descanso ya se me ha olvidado). No, si voy de mal en peor...

Ah, los nuevos inquilinos ya se han mudado al piso. No los he visto, pero hay movimiento de persianas y tal. Espero que no lo destrocen demasiado XDDD

Bueno, pues me voy a estudiar un poquito más. ¿Vosotros bien? ¿Estáis todos? Pues ale, a divertirse.