En un país multicolor...

La semana que viene, el mismo día, se celebran dos acontecimientos en este país. Uno es el cumpleaños de alguien, a quien no felicitaré . El otro, es porque ese día es el día del Orgullo Gay. Pues vale. Orgullosos podemos sentirnos todos, y no por eso montamos un desfile. Eso si, seguro que ése es bastante más divertido que el que yo pudiera imaginar (invitarrrrrrrme, invitarrrrrrrrrme...)

Todo esto viene porque he recibido vía email un archivo de unas camisetas que, parece ser, que pondrán a la venta cuando el Papa vaya a Valencia city. Son negras, y el lema que luce en el pecho es muy escueto, pero alusivo a la alcaldesa de la ciudad...

Rita... ¿El papa sabe lo tuyo?

Yo no sé qué le entra a la gente con esas movidas. Yo creo que hay que respetar a la gente por cómo son, no por lo que se es. Conozco a heteros que son repugnantes, y conozco a gays o lesbianas repugnantes. Pero por tener un cargo político, no hay que jugar con eso para desprestigiar a la persona. Me parece infantil, cuando la crueldad llega por no ser igual que los demás. ¿A quién no le han llamado cuatro ojos? ¿O gordo seboso? A mí, en el instituto, me han llegado a intentar desprestigiar por tener el pelo muy bonito... Pues con esto igual. Como no se es como la mayoría de los mortales, sirve como arma de desprestigio...

Vale, ahora alguien dirá que la derecha y la iglesia siempre van de la mano. Vale, pero eso no quita que un homo quiera ser creyente. La iglesia está en contra de ellos, por muy buenos que sean. Es contradictorio, pero vale. El problema es de los que no son tolerantes. Hay quien es muy tolerante y tiene mucho talante, lleva la contraria a la iglesia, y resulta que ahora apunta hasta a la suegra al ver al papa cuando venga a España. Pues eso también es contradictorio. Y es como el chiste: "Papá, quiero ir al circo" "¿Para qué, hijo? Quien quiera verte, que venga a casa"

Por otra parte, han habido casos de otros políticos que, simplemente por su condición, han sufrido los boicots por parte de su partido, tan liberales, tan abiertos... Un buen político tuvo que renunciar a su propósito porque sus mismos compañeros de partido se convirtieron en detractores al utilizar su condición sexual como arma de desprestigio. Ahora, este político está mucho más alto que los demás. O ahora todo el mundo se ha echado las manos a la cabeza porque un juez la mar de importante ha declarado que entiende, y que tiene pareja estable desde hace años. ¿Acaso esa declaración hará que su trabajo sea visto con malos ojos? ¿Es que todo lo que ha hecho quedará en entredicho por su condición sexual?

No seamos niños... Queda tan infantil, tan ruin y tan fácil, que no ofende quien quiere, sino quien puede. Y, a estas alturas, queda fatal, por lo menos para mí, que se utilice eso para dejar mal a cierta gente.

Que somos modernos, dicen... Pues cuando queremos, vemos que no.